En esta sala los niños respiran pura paz
La escuela Ignacio Carrera Pinto creó novedosa iniciativa para abordar conductas disruptivas en los estudiantes.
Hace tres meses, Daniel, estudiante de primero básico de la escuela Ignacio Carrera Pinto, presentó algunos problemas de comportamiento, nunca ajenos a un alumno de su edad y nivel.
Pero bien lejos del castigo o reto que antiguamente se practicaba a los escolares con problemas conductuales o de atención, Daniel fue derivado a distintos talleres de educación emocional, respiración atenta, actividades recreativas y juegos. Se trata de un aula que recibió el nombre de Sala de la Paz.
Se trata de un espacio donde quienes tienen las denominadas "conductas disruptivas", participan activamente de estos talleres para superar déficit atencional, mejorar su comportamiento y por ende, su nivel de aprendizaje; iniciativa que lidera la profesora Andrea Martínez, encargada de Convivencia Escolar del recinto.
"Cuando pensamos en el proyecto, analizamos dónde podríamos materializarlo, hasta que nos topamos con una sala tipo bodega, que estaba en desuso, la que tuvimos que amononar y finalmente, la convertimos en esto, con el fin de darle una mejor calidad de vida a los estudiantes y al mismo tiempo, que se ejecutara la idea", explicó.
Si bien la sala aún no tiene corte de cinta ni inauguración, ya es utilizada por los docentes y los 302 estudiantes desde prekínder a octavo básico que alberga el establecimiento.