Estefani Carrasco Rivera
Esas dolorosas huellas indelebles que dejan los abusos sexuales a niños y niñas que después se convierten en adultos, es el tema de la nueva novela del escritor ariqueño Luis Seguel Vorpahl.
Conmovido por el testimonio de un amigo, e inquieto por los diferentes casos que se han ido conociendo al interior de la Iglesia Católica, es que el escritor decidió redactar una novela.
Demoró ocho años en terminarlo, pero encuentra satisfecho con la recepción de l crítica y la respuesta de los lectores que ya lo están pidiendo de la capital.
Para conversar
Luego de "Cállate Viejo e Mierda", "Los Muertos También Lloran", "Otoñal" y "Los Tambores de Domeyko", la sexta novela de Luis Seguel se titula "Divina Jauría".
El autor manifestó que esta nueva entrega trata de las consecuencias de los niños abusados, que a pesar de pasar 20 o 30 años de los hechos, el dolor sigue ahí y florece.
En la novela el protagonista es Miguel, un adulto abusado de niño por un miembro de la Iglesia Católica. Sien embargo, la narración es estilo testigo, por parte de su amigo Roberto, quien vive una situación similar.
"El libro fue lanzado en el Arica College y allí nos dijeron que era para trabajarlo con estudiantes de 4° medio incluyendo apoderados y un psicólogo, para que sea el inicio de un tipo de conversación, aprenda a defenderse y puede percatarse de señales que le indiquen que hay un degenerado cerca", comentó Luis Seguel.
Obliga debate
Divina Jauría ya cuenta con críticas literarias positivas. La primera fue de Claudia Amengual, escritora y profesora uruguaya Premio Herralde de Novela y Premio Sor Juana Inés de la Cruz. La escritora realizó la contraportada del libro.
Otra de las críticas que recibió fue de Patricia Espinoza, columnista literaria de Las Últimas Noticias, quien definió la novela como "una historia macabra y conmovedora sobre abuso sexual infantil, narrada sin insinuaciones y que permite reflexionar sobre el ejercicio del mal".
Al respecto, Luis Seguel comentó que los académicos le comentaron que su obra se trata de una "novela tesis", género nacido a principio del siglo XIX que obliga a un debate.
"Estas novelas obligan a plantearte cosas profundas sobre la existencia humana y uno cuando escribe no se lo espera, pero cuando un niño está siendo arrastrado a la pieza de un cura y después de los años te dice que rezaba, pero que sentía que dios no lo ayudaba ni siquiera un poco, eso te obliga a pensar".
Historia real
Luis Seguel quien es oriundo de Pucón, pero vive en Arica hace 45 años, comentó que detrás de esta novela hay una historia real.
Un amigo del sur de Chile le contó hace 10 años atrás que fue abusado hace casi 50 años atrás cuando estudiaban en el Liceo Seminario San Fidel de San José de la Mariquina.
"A raíz de la conversación me quedó dando vueltas el tema y empecé a tirara las primeras líneas, hablé con personas que le había pasado lo mismo en otros lados, hablé con curas y también con ex curas".
Sensibilidad ante derechos de los niños
"Divina Jauría" tiene en común con el último libro de Luis Seguel, "Los Tambores de Domeyko", la inquietud ante la vulneración de los derechos de los niños.
En su quinta obra, Seguel cuenta la historia de un grupo de niños que vive en Cerro Chuño y como sus madres reclaman por la contaminación que está ahí.
La próxima historia que está desarrollando es una novela sobre prostitución adolescente.