La odisea de los mineros que desafían a la muerte para ganarse la vida
A raíz del fatal accidente en la Mina San José, que acaparó interés internacional y donde hubo dos fallecidos y un sobreviviente, la seguridad sigue siendo un tema pendiente para los productores que literalmente viven del cerro.
Jueves 13 de junio del 2019, 16:00 horas. Un grupo de cuatro mineros de nacionalidad boliviana estaban trabajando en la construcción de un ducto en la Mina San José de Tocopilla. Pero, por causas que aún se investigan, un deslizamiento de rocas y tierra dejó a tres de ellos atrapados.
"Estaba trabajando en una maquinaria cuando se vino abajo el material (...) Tuve que echar marcha atrás para poder salir de la mina",afirmó aún shockeado Teófilo García, el operador del minicargador que, en momentos en que se produjo el accidente, estaba junto a Salomón y Denny Veizaga (padre e hijo de 45 y 22 años) y Leonardo Condori (64), quienes no pudieron escapar de este deslizamiento de material al interior de la mina.
Rápidamente personal de Carabineros y Bomberos de Tocopilla, junto a pirquineros locales, se reunieron para conocer el estado de las personas y de la mina. Con esto se elaboraría un operativo de rescate.
En esos momentos la noticia comenzó a trascender en medios internacionales y hasta el Presidente de Bolivia, Evo Morales, enviaba mensajes de aliento a rescatistas y a las autoridades para que pudieran recuperar a los mineros.
Alegría y frustración
Esas son las emociones encontradas que revela James Mac-Arthur, bombero tocopillano y parte del equipo de rescatistas que durante los 7 días que duró este operativo, se mantuvo ahí para poder sacar a los trabajadores de la Mina San José.
En las primeras horas se pudo conocer que eran tres los mineros atrapados, que no era un derrumbe sino un deslizamiento de material, pero no se sabía el estado o condiciones de salud de ellos.
Por eso hicieron una primera evaluación de la Mina San José, en la cual se vio un gran desprendimiento de tierra y piedras que dificultaban el acceso a los niveles superiores. En un trabajo mancomunado, se pudo retirar un gran "bolón" y hacer más expedito el acceso.
"En lo emocional fue muy intenso (…) Cuando ingresamos a hacer la primera evaluación y tuvimos estas instancias de golpear tres veces la caja o la pared de la mina y teníamos respuesta de vuelta, ya nuestra moral estaba arriba porque pensamos que las tres personas iban a estar con vida", manifestó Mac-Arthur.
Esta noticia motivó a los rescatistas a continuar sus labores y hallar con vida a los tres mineros. Aquí se logró avanzar hacia el nivel 2, donde cada paso que se daba era calculado, para así no poner en riesgo la vida de los organismos de emergencia.
Al día siguiente, el viernes 14 de junio, las autoridades ya estaban en el lugar y coordinaban los operativos, entendiendo que el cerro estaba debilitado por las labores que ya se habían realizado. Además que los tres mineros bolivianos estaban construyendo -al momento del accidente- un ducto de ventilación, requisito de seguridad que exigió el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) al productor, para así aprobar las labores de extracción de mineral. Denny, Salomón y Leonardo llevaban dos días trabajando en la Mina San José de Tocopilla.
El "día D"
El sábado 14 de junio fue crucial en las labores de rescate, debido a que luego de una operación en donde se tiró agua de forma controlada a la gran cantidad de rocas o "saca" (material inerte), con el objetivo de destapar el acceso a los niveles superiores de la mina por escurrimiento natural, tuvo sus frutos a eso de las 06:00 horas.
Así lo recordó el pirquinero tocopillano, Manuel Peña, quien estuvo presente al momento de ocurrir el milagro.
Después de 37 horas de arduas labores, el minero y efectivos del Gope se encontraban revisando la mina para ver los efectos del agua.
"Corté la manguera, me giro y ahí empezó a correr la saca; y de ahí saltó y nos quedamos con el Gope. Corrió mucha saca (…) Pasaron más o menos 15 a 20 minutos, se ventiló y cuando pasó eso vimos un cuerpo más arriba, el fallecido", aseguró Peña, pero pese ello, momentos más tarde pudieron hacer contacto con el minero sobreviviente, Leonardo Condori.
"Sentimos mucha emoción de encontrarnos con alguien vivo, porque nosotros pensamos que estaban todos fallecidos", agregó el pirquinero tocopillano.
Finalmente la persona encontrada muerta fue el joven Denny Veizaga, quien -según relató el sobreviviente Condori- ellos estaban perforando en la mina cuando ocurrió el primer derrumbe.
"Le dije (a Denny) que espere, que no suba, que veremos cómo ayudar a su papá", comentó Condori, pero al joven minero le brotó el sentimiento natural de hijo y corrió a prestarle ayuda a su papá. En ese momento ocurrió el segundo deslizamiento de material que finalmente le quitó la vida.
Eso fue a menos de cinco minutos del primer derrumbe.
La experiencia salvó a Condori, tras haber sido arrastrado -en parte por la saca- logró llegar a una "estocada" o un hoyo en la pared que le brindó cierta seguridad.
Dificultades
Tras poder rescatar el cuerpo del joven minero entre el tercer y cuarto nivel de la San José, el escenario cambió, ahora buscaban una persona desaparecida y que correspondía a Salomón Veizaga, quien -presumiblemente- estaba más arriba de la mina y las condiciones se preveían, eran más duras.
Cada paso, cada instalación de "refuerzos" en paredes y techo para tratar de seguir adelante, era analizado constantemente por el personal de bomberos y Rescate Atacama, quienes junto a Sernageomin y Gope, barajaban todos los pasos a seguir e informarlo a las autoridades.
Tras muchos esfuerzos, finalmente encontraron a Salomón Veizaga, pero estaba aprisionado por las rocas. Se utilizaron detonaciones con explosivos de forma controlada e incluso, a mano se intentó rescatarlo, pero los esfuerzos eran casi en vano.
"Con un colega de Rescate Atacama llegamos a esos cinco metros que quedamos de don Salomón, fue una instancia en que dijimos: don Salomón, por favor ayúdenos a llevarlo con su familia y entregarlo para que tenga santa sepultura; y al cerro también le pedimos lo mismo. Pero cuando nos acercamos y vimos donde estábamos metidos, era vernos de cara a la muerte", señaló el rescatista tocopillano James Mac-Arthur.
Tras siete días de labores, finalmente el intendente Marco Antonio Díaz decidió concluir las labores de rescate por el riesgo que significaba para el personal en la Mina San José. Se entregaron los restos del último minero a sus familiares.