Rodrigo Fluxá publica libro sobre el caso Haeger
Buscando a Viviana en el entretecho
-Sorprende la torpeza de quienes debían investigar este caso, ¿algo atenúa la falta?
-Debo decir que a favor del primer equipo que investigó el caso no hay mucho, salvo un dato objetivo: ellos no estaban ni están acostumbrados a investigar homicidios de esta complejidad, menos con secuestros, que es lo primero que se barajó como tesis. En lo estrictamente investigativo, este homicidio es todo lo contrario de, por ejemplo, investigar un femicidio común, donde los móviles están a la vista hasta para un ojo inexperto.
-¿Qué sabor te dejó el caso Haeger respecto al sistema judicial chileno?
-Hay dos frases del abogado Mauricio Duce, quien es profesor titular de la Facultad de Derecho de la UDP, que pongo en el prólogo y que creo que transmiten mucho mejor el sabor de lo que yo podría haberlo hecho: "El sistema judicial parece un elefante torpe en una cristalería". Y, como Mauricio Duce también lo dice, me deja la sensación que muchas veces, siendo el sistema judicial una cristalería, se rompen más cosas de las que se logran reparar.
-¿Qué opinión tienes de Vivian Anguita, la hija de Jaime Anguita y Viviana Haeger?
-La veo como lo que es: una víctima más en este crimen que investigué durante cuatro años. Tengo la impresión de que no ha sido tratada como tal por los medios de comunicación, algo que por supuesto me parece muy injusto. A Vivian Anguita Haeger, la hija, se le juzgó y se le exigió actuar de una forma determinada cuando ella, siendo inteligente como es, decidió, en todo su derecho, actuar de otra manera: defendiendo a su papá.