Esta noche se desarrollará la cuenta pública anual del Gobierno, la que será encabezada por el Presidente Sebastián Piñera. Se espera, como es tradicional, que el Primer Mandatario realice una exhaustiva revisión de la gestión realizada durante el último periodo, y de paso dé a conocer los objetivos más importantes de su administración en este nuevo periodo. En nuestra región, durante la semana la intendenta María Loreto Letelier encabezó la cuenta pública participativa, en la que también repasó el trabajo realizado durante el último año y fijó las metas para los meses venideros.

Sin duda, se trató de una cuenta alentadora desde la perspectiva de un Gobierno que busca relevar los avances que ha mostrado. En este sentido, la primera autoridad regional destacó los indicadores económicos para la región, particularmente el Inacer, que dio cuenta de la mayor actividad económica en la zona en los últimos cuatro años.

Conservación de vías urbanas, proyectos de agua potable rural, inversión de 44 mil millones de pesos para financiar obras en todas las líneas de subsidios de vivienda, avances en la obra de ampliación y remodelación del Liceo Octavio Palma Pérez A-1, la Escuela de Medicina de la UTA, junto con obras en la ex Isla Alacrán y el largamente esperado avance de obras en el embalse de Chironta, fueron destacados.

Sin embargo, algunos de estos proyectos y otros no detallados, eran obras que estaban pendientes o que incluso, todavía no se ponen en marcha. Es el caso, por ejemplo, del angiógrafo del Hospital Regional.

Es por eso que cobran importancia también los anuncios que se plantearon, particularmente aquellos que tienen que ver con la concreción de obras pendientes, y con hacer realidad otras iniciativas largamente esperadas, o que simplemente responden a una necesidad clara y evidente. La generación de empleos también es una apuesta ambiciosa, que bien puede tener un amplio sustento si se dan las condiciones que plantea el Gobierno en cuanto al desarrollo de proyectos.

Todas las cartas están sobre la mesa. Ahora, llega el momento de ponerlas en juego.

Por primera vez en Chile, un escolar de 14 años irrumpió en una sala de clases con un arma de fuego para disparar contra sus compañeros, dejando a uno herido en el cuello. El hecho ocurrió el pasado lunes 27 de mayo en un establecimiento de Puerto Montt, por lo que los ministros de Educación e Interior reafirmaron la importancia de impartir medidas de fiscalización contra los estudiantes. Estas implican la revisión de mochilas, controles preventivos de identidad y el proyecto Aula Segura.

No obstante, la mejor forma de prevenir hechos de violencia de este tipo es con más políticas de convivencia y diálogo y menos medidas de seguridad y control.

Se debe trabajar en cultivar en todas la comunidades escolares valores democráticos y ciudadanos. También, generando espacios de comunicación, donde las personas puedan decir lo que piensan y escucharse unos a otros y eliminar todo tipo de violencia, tanto física como psicológica.

El tiroteo en Puerto Montt vuelve a abrir el debate sobre si se deben realizar controles de seguridad a los estudiantes antes de entrar a clases, como también el de castigar con mayor fuerza actos de desórdenes públicos.

Las medidas de "tolerancia cero" contra estos hechos "no funcionan para disminuir la violencia ni para mejorar la convivencia o los climas escolares", teniendo nulo impacto "en términos educativos y pedagógicos".

Estas medidas sólo refuerzan la discriminación y los prejuicios hacia los estudiantes más vulnerables y la educación pública. De concretarse medidas enfocadas en los controles de seguridad, estas deben evaluarse en el corto plazo.

En cuanto al joven que perpetró el disparo, se deben ejercer las medidas legales correspondientes, pero también indagar en las razones detrás del ataque. En base a otros hechos ocurridos en el resto del mundo, dichos estudiantes suelen tener problemas personales, familiares, y "relacionados a su mala experiencia escolar".