Es impresionante ver a los largo del año, en como muchos organismos sean públicos (Carabineros de Chile, Intendencia, etc.), y otros privados (como el TPA entre otros), organizan maratones, actividades deportivas por nombrar algunas entre las muchas instancias en que los ciudadanos ariqueños podemos compartir y tomar, por así decirlo, un gustito por la actividad física.
Pero, a modo de reflexión, ¿Cómo es posible que un país que, según la Organización Mundial de Salud, es top ten en obesidad, tenga pensado quitar de su rama curricular Educación Física? ¿Qué significa en sí, dicho módulo curricular de enseñanza media?, ante ello, quisiera responder solo tres argumentos para la reflexión individual.
Según las estadísticas internacionales, tenemos tres problemas como sociedad. Primero, somos el país de América Latina que consume a más temprana edad (16 años promedio), en probar distintos tipos de drogas, en consecuencia, a los 18 años, casi siete de cada 10 ha consumido algún tipo de droga como la marihuana entre otros.
Segundos, somos el país con menos actividad deportiva como actividad recreativa en nuestros pasatiempos en América Latina, y tercero, el país que presenta mayor obesidad, es decir, somos el país más obeso de Sudamérica. O sea, las cifras están ahí y la política de mercado sigue desarrollándose a merced del ser humano; es decir, que se consuma nomás, el resto no importa.
Alcohol en la educación superior
El primer estudio de SENDA a consumo de drogas y alcohol en Educación Superior arroja que 68% de los estudiantes consumió alcohol el último mes. Del total, un 68,1% se embriagó al menos una vez en el último mes (considerando 5 tragos o más para hombres en hombres y 4 o más para mujeres).
Las cifras preocupantes que se dieron a conocer en prensa sobre población escolar en los días de anuncio de "Elige vivir sin drogas", ahora se complementan con estos números. La verdad, que sólo el 11,5% de los estudiantes reconozcan como conducta riesgosa tomar tres o más tragos por ocasión permite comprender los altos niveles de consumo de alcohol en estudiantes de educación superior.
Finalmente, una mayor naturalización y una percepción de riesgo menor asociada al consumo hará que los niños de hoy superen los niveles actuales. Por tanto, urge poner las fichas en prevenir y educar correctamente en la materia, en un tema donde los niños sí deben estar primero y afortunadamente se están dando pasos en la dirección correcta con "Elige vivir sin drogas".
Pablo González Mollo
Susana S. Valdés
Historiadora