Diego Gotelli C.

"Hoy vuelo alto gracias a todos ustedes. Nibaldo Villegas". Con ese mensaje -exhibido en un lienzo- la familia del profesor descuartizado, cuyo crimen enlutó a Villa Alemana, celebró la sentencia contra los autores del asesinato, la viuda Johanna Hernández y su actual pareja Francisco Silva, quienes ayer fueron condenados a cadena perpetua por el Tribunal Oral en Lo Penal de Viña del Mar.

En fallo unánime el tribunal consideró que Hernández y Silva eran culpables directos del homicidio y que actuaron coordinados, por lo que la primera fue condenada a cárcel por al menos 40 años por el delito de parricidio (al estar casada con la víctima), y Francisco fue sentenciado a pasar al menos 20 años tras las rejas por homicidio calificado. Tras esa pena efectiva podrán optar a beneficios penitenciarios, como libertad condicional.

"Estas personas no van a poder lograr nunca su libertad, porque es presidio para toda la vida. Sobre las libertades condicionales, es la Corte Suprema la que tiene que velar por la negación o la revocación, no son algo automático", enfatizó el fiscal del caso, José Miguel Subiabre.

La explicación del persecutor apunta a las dudas que tenía la familia de Nibaldo sobre que la sentencia les permitiera a los asesinos quedar libres tras unas décadas. Conocido el fallo, el hijo del profesor, Alejandro Villegas, lideró los festejos valorando el "nuevo aire" y las "esperanzas" que les da la sentencia. "Es una tranquilidad para la familia haber terminado este ciclo", afirmó.

Los hermanos de Nibaldo, Leandro y Wilma, destacaron que se "hizo justicia", mientras que Edson Villegas cuestionó que legalmente no se pueda condenar por el mismo delito a los culpables y que puedan acceder a beneficios. "La condena no se condice con el crimen", señaló.