Sus cercanos recuerdan que a los dos años, mientras su papá preparaba el show del globo de la muerte, Ithan estaba con su cara pintada y el estuche con el maquillaje sobre la cama. Unos años después, a los 8, pudo salir a la pista junto a su progenitor, para darle vida a Los Peperonis, dúo de payasos que actualmente es una de las atracciones principales del Circo Gigantes de México.

Ithan Cáceres nació en Arica en el 2010. En ese tiempo, sus padres estaban de gira con el Golden Circus. Hoy el pequeño se reencuentra con su ciudad natal y junto a Alicio, su padre, participa de la rutina que todos los días presenta en la pista.

"Él se incluyó en este arte de la misma forma que lo hice yo, por la familia. Nos criamos en el circo, con la diferencia que yo pasaba meses sin estar en la pista, porque tenía que estudiar. Entonces, solo en las vacaciones podía participar y extrañaba mucho el circo. Ahora no, los establecimientos reciben a los niños y a cada lugar que llegamos los pequeños asisten al colegio para, a final de año, dar exámenes libres", cuenta Alicio, quien agradeció a la escuela Ricardo Silva Arriagada por el cupo otorgado para su hijo durante el mes que el espectáculo se encuentre en Arica.

Ithan comparte junto a otros siete niños la vida circense. "Me gusta ser payaso porque trabajo en la pista y me divierto mucho, me gusta hacer reír a la gente y todo lo que sé lo aprendí de mi papá", dice el pequeño payaso.

Sus compañeros en los diferentes establecimientos en los que ha estado lo felicitan por su trabajo "y quieren ser mis amigos en los recreos. Yo los invito al circo", agrega.

La vida distinta

"El circo es una forma de vida", cuenta Fernando Sánchez, director general del Gigantes de México. La vida itinerante, con lazos fraternos entre artistas y con disciplina cotidiana marcan los días de quienes pertenecen a la compañía.

Muchos de los que forman parte de ella, provinen de familia circense, como Alicio. "Soy la tercera generación e Ithan de la cuarta. Mis abuelos eran de circo y eso se va traspasando. Me inicié a la misma edad de él, pues el ser payaso es un oficio que atrapa desde muy niño", reconoce.

Pese a los sacrificios de esta opción nómade de vivir, los artistas reconocen que actualmente existen mayores comodidades. Se vive en casas rodantes que son verdaderos mini departamentos y el estado de las rutas les permiten llevar su espectáculo a todas partes.

Se nace, crece y muere

Dicen que el que es de circo, nace, crece, se casa y muere en él. "Cuando algún compañero muere, nos velan en la pista y vienen de todos los circos a acompañarnos. Se recuerdan anécdotas y no se nos rinde un minuto de silencio, sino que es un minuto de aplausos de pie", dice el director general.

Por otro lado, la carpa permite que exista mucha hermandad, ya que reúne a artistas de diversos países. Para la Navidad, por ejemplo, presentan sus platos típicos para compartir. Los niños también son parte de este compañerismo innato y disfrutan de la cultura de los diversos lugares a los que llegan con su show.

"Queremos invitar a la comunidad a disfrutar de nuestro espectáculo de lunes a viernes a las 20.30 horas y los sábado y domingo a las 16, 18:30 y 21 horas" , finalizaron padre e hijo, "Los Peperonis".