Autora de "Exageraciones"
La vida a todo volumen de Pía Escobar
- ¿Cómo fue tomando forma tu libro?
-Cuando preparaba mi tesis reflexioné sobre la muerte, la vejez y la maternidad. Entonces tenía muchos miedos y fueron escritos con cierto dolor existencial. Después, cuando los miedos se transformaron en resignación, empecé a escribir relatos más delirantes, que son los que en su mayoría arman este libro. A veces uso el celular para guardar frases que aparecen en mi cabeza y que encuentro brillantes, pero que después ya digeridas suelo encontrar cursis y me avergüenzo de ellas.
-¿Cuánto humor y cuánto escarnio hay en tu escritura?
-Todo lo que aparece en el libro, de alguna forma, existió o pasó por mi cabeza. Sería despreciarme, y mi ego me lo impide. El humor aparece cuando el absurdo aparece en cotidianas, descabelladas. Esa señora competitiva que quiere alcanzar un tostado perfecto y termina insolándose. Aunque rechazo su competitividad y me cae mal, me da risa y ternura su victoria. Me cuesta despreciar a alguien que me provoca risa. El escarnio le quitaría cierta magia a las escenas, sería muy explícito muy cursi.
- ¿Qué temas te interesan al momento de escribir?
-Cosas simples. Hace poco, detrás de mí en la micro iba un señor con audífonos. Miraba un video sumamente chistoso, no solo se reía a carcajadas, también golpeaba con su mano mi asiento: un golpe de certero cerca de mi cabeza. Reía y golpeaba con felicidad, como un mono con platillo. Esa felicidad me perturbó y necesité escribir sobre eso: la imagen de un señor que era incapaz de contener su entusiasmo y, sobre todo, me interesó mi molestia, el absurdo de molestarme por una risa ajena.