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Lo malo: conductores que no pararon y falta de señaléticas

Ariqueños realizaron crítica al evento, manifestando lo que se debe mejorar.
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Si bien durante todo el simulacro en las calles del centro hubo personal de emergencias con banderines rojos marcando los puntos de encuentro para la evacuación, la falta de señalética fija, pintada o en letreros fue una de las falencias de la jonada.

"Sabíamos a dónde teníamos que dirigirnos porque estaban los banderines, pero en caso de una emergencia real, hay transeúntes que no sabrán dónde ir, pues no había nada marcado como en otros sectores", comentó Lirna Diez, una de las participantes del simulacro.

Una opinión similar tuvo Valeska Zaldívar, una ariqueña que pasaba por 21 de Mayo. "No sabíamos dónde ir, así que seguimos a la multitud por el mismo Paseo 21. Después supimos que lo recomendable es tomar la calle Yungay".

Otro de los "puntos negros" de la actividad fue el poco compromiso de conductores en el ejercicio. "Nos encontrábamos en General Lagos con Yungay y el tráfico de vehículos era un chiste. Colectivos y particulares pasaban con sus vehículos, cero respeto", dijo José Ibarra .

María José Collado Rojas

mariajose.collado@estrellaarica.cl

Locales y bancos en 21 cerraron para evacuar

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Con el propósito de participar activamente en el simulacro, negocios, cafeterías e incluso bancos, suspendieron sus actividades habituales ayer entre las 10:15 y las 11 horas.

Así fue como en pleno Paseo 21 de Mayo se vio a locales emblemáticos bajando sus cortinas metálicas después de evacuar a su clientela del lugar.

"Es algo que se debe hacer. Somos una ciudad sísmica y este ejercicio nos sirve para estar preparados", comentó Gloria Avendaño, quien a la hora del simulacro se encontraba realizando compras en el centro.

Por otro lado, Bastián Sepúlveda, vendedor de una confitería en Baquedano, señaló que "la gente comprende que esto es algo en que todos debemos participar, así que cuando sonaron las alarmas de inmediato abandonaron el local para evacuar".

Un siete para los alumnos de colegios céntricos

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El sonar de las campanas avisó a los estudiantes del Colegio Integrado que comenzaba la evacuación. Manuel Castro, director del plantel, comentó que se trató de una actividad organizada que se realizó en orden.

"Aproximadamente 600 alumnos participaron. Durante el año realizamos toda una operación frente a movimientos telúricos y la información de estos ejercicios se transmite con anticipación, así al evacuar los niños saben qué hacer y dónde acudir".

Por otro lado, Daniel Soto, inspector general del colegio Juan Pablo II destacó la participación de los alumnos de 4° medio, quienes se encargaron de acompañar y proteger a los niños de kinder. "Es una responsabilidad para los más grandes y los pequeños se sienten más seguros".