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44.333 migrantes de ese país han ingresado a chile por chacalluta de enero a marzo:

La travesía de los venezolanos que terminan pidiendo ayuda en las calles de Arica

La mayoría salieron hace 2 años de Venezuela y luego de vivir en Colombia, Ecuador o Perú, decidieron venirse a Chile en búsqueda de mejoras económicas y de poder cumplir el sueño de traer a su familia a vivir con ellos.
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E ste año se ha vuelto común ver a numerosos grupos de venezolanos con carteles en las calles y esquinas de la ciudad, solicitando empleo, ayuda y vendiendo dulces a los transeúntes o automovilistas. Algunos portan su bandera o bien están vestidos con algún símbolo patrio que los identifica. Pueden ser vistos mayormente en 21 de Mayo, las cercanías del Mall y en Diego Portales con Santa María.

Sus historias son similares. Escaparon de la crisis humanitaria de su país llegando primero a Colombia, Ecuador o Perú y, debido a que en esos lugares sus condiciones económicas fueron de mal en peor, optaron por venir a Chile en busca de una esperanza de trabajo que les permita ayudar a sus familiares que dejaron en Venezuela.

Quieren convertir su sueño en una realidad, poder traer a sus seres queridos y hacer de Chile su hogar, mientras las cosas en su país se arreglan, ya que no pierden el optimismo y la fe, de que algún día será así.

Pero ese sueño es algo que cada vez se torna más difícil. Actualmente, según cifras publicadas por El Mercurio el martes 16 de abril, el mayor número de rechazos en el Complejo Fronterizo Challacuta corresponde a migrantes venezolanos. De los 9.687 extranjeros que fueron rechazados el 2018, 6.693 eran venezolanos. Este año, desde enero a marzo, de acuerdo a cifras entregadas por la PDI, han sido reembarcados (rechazados) 4.537 venezolanos y 44.333 ingresaron.

Para los que logran entrar al país comienza un gran desafío, encontrar un contrato de trabajo para cambiar su situación migratoria o que su solicitud de refugio sea aprobada.

Indocumentados

Yolainis Herrera (24) y Alfer Pedraza (33) son de Maracaibo y tienen 4 hijos, que dejaron al cuidado de familiares en Venezuela. Salieron hace 2 años de su país, luego pasaron por Colombia y Ecuador, país donde les robaron todo, según aseguran.

Luego estuvieron en Perú, no lograron una estabilidad económica y optaron por venirse a Chile.

Cuentan que "entramos de manera ilegal y por eso no nos dan trabajo. Llevamos 18 días en Chile, cuando llegamos dormíamos en la plaza afuera de la PDI, hasta que una señora peruana casada con un chileno nos dio alojamiento en su casa. Ni siquiera podemos salir de Arica, porque debemos firmar todos los martes. Soy estilista y mi marido es tatuador y licenciado en Matemáticas. La gente quiere aprovecharse porque no tenemos un RUT, a mi esposo le ofrecieron un 30% de las ganancias en un estudio y ellos se quedaban con el 70 por ciento. Se quieren aprovechar de la necesidad".

Alfer hizo un llamado a las autoridades policiales de Chile y planteó que "somos seres humanos, muchos de los agentes policiales nos tratan como animales y merecemos respeto. Nos trataron como si fuésemos delincuentes. Hago un llamado a la reflexión. Nos vemos en la obligación de salir a la calle a vender chupetes, porque no hay más, ya que no nos permiten trabajar. Nos tocó a nosotros como venezolanos esta vez salir del país, pero no sabemos si algún día también les pueda tocar a ustedes".

Marcos llegó junto a Carolina a Arica como turista. Vivían en Trujillo, Perú, trabajaban en una fábrica de zapatos, pero por reducción de personal fueron despedidos y decidieron venir a Chile. "Acá nos han apoyado harto, nosotros no estamos mancos queremos trabajar honradamente, hemos preguntado y nos trancan las puertas. Para quienes quieran darnos trabajo estamos en Chacabuco con Juan Noé".

Refugio

Otra de las condiciones en que ingresan los migrantes venezolanos es a través de las solicitudes de refugio, la cual piden en la frontera.

Desde la Gobernación de Arica explicaron que "para recibir la condición de refugio, se debe acreditar estar en una o más de las siguientes problemáticas: tener su vida, libertad o seguridad en peligro; ser perseguido a causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social, sus opiniones políticas o su género; y no poder volver por temor a ser perseguido".

En lo que va del año se han recibido 100 solicitudes de refugio de venezolanos.

El subprefecto Christian Sáez, jefe de la Prefectura de Migraciones y Policía Internacional de Arica y Parinacota, explicó que los requisitos de ingreso como turista para los migrantes sudamericanos son la cédula de identidad y demostrar una solvencia económica necesaria.

Para los venezolanos existe la Visa de Responsabilidad Democrática, documento que se obtiene en Venezuela y permite trabajar.

"Cuando una persona solicita refugio se informa al Ministerio del Interior y queda en calidad de solicitante. Ingresan al país y luego se evalúa si cumplen con lo que pide la ley. Lo de los venezolanos en situación de calle es una realidad que no sólo está pasando en Chile sino que en varios países más que han recibido el éxodo desde ese país".

"Hay una gran cantidad de venezolanos que están solicitando refugio, pero muchos de ellos no tienen los argumentos para hacerlo. Ocurre que muchos de los menores vienen sin documentos y por eso solicitan refugio, pero creo que es una mala práctica solicitarlo sin realmente tener las causales".

Para quienes ingresan como turistas se les pide acreditar solvencia económica a través de dinero en efectivo o tarjetas de crédito además de verificar el destino al cual se trasladarán.

Los migrantes que ingresan de manera ilegal por pasos no habilitados no pueden trabajar, deben firmar semanalmente en la PDI, al igual que quienes exceden sus permisos de visas. La autoridad que extiende las visas para quedarse en el país es el Ministerio del Interior a través de las gobernaciones provinciales.

Sobre los migrantes que piden ayuda en las calles y esquinas de Arica, la gobernadora Mirtha Arancibia, opinó que "es lamentable, por eso es que el gobierno del Presidente Piñera ha puesto tanto énfasis en tener una migración ordenada, segura y regular y estamos comprometidos en este proceso, tanto desde el punto de vista legal con la Nueva Ley de Migraciones que se tramita en el Congreso, como con el proceso de Regularización Extraordinaria y otras tantas medidas que permitan una población migrante acorde a nuestra realidad país".

Karina León, encargada de la oficina municipal de Diversidad, Inclusión, Refugiados y Migrantes (Direm), puntualizó que "el creciente flujo migratorio desde Venezuela en el último periodo en la comuna y la alta vulnerabilidad social que arrastran, se ha sumado a la búsqueda de soluciones desde el municipio y, si bien este fenómeno de personas venezolanas en situación de calle es nuevo en la ciudad, se ha logrado generar atención en terreno y monitoreo de la situación en algunos sectores, priorizando la atención a mujeres embarazadas, adultos mayores y niños".

La encargada de Direm agregó que "el número de personas venezolanas en situación calle es fluctuante. Hemos podido identificar que la mayoría de las personas están de tránsito en Arica y su destino final son otras regiones del país. Se está buscando alternativas coordinando con diversas instituciones, organizaciones de la sociedad civil y agencias internacionales para encontrar posibilidades de apoyo considerando que somos la puerta norte de entrada al país".

La funcionaria municipal planteó que "a nivel nacional, los municipios se han planteado como poder ayudar a las personas migrantes que han entrado como turistas y deciden radicarse en Chile. Debido a las limitantes que existen para la entrega de ayuda social a personas que estén como turistas, se realizaron gestiones con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) quienes donaron cajas de alimentos, pañales y kits de aseo para las familias migrantes en mayor condición de vulnerabilidad social. Esta donación fue entregada al municipio en el marco del Plan de Ayuda Humanitaria para que se puedan distribuir principalmente a las personas venezolanas que están buscando una mejora en su calidad de vida en Arica".

Ejemplo de la labor que realiza la municipalidad junto con la Fundación Scalabrini es la Casa de Acogida al Migrante, ubicada en calle Munich 2251 de la población Radio El Morro, donde se les brinda acogida, protección y alojamiento a los migrantes que llegan a Arica. El encargado del hogar es el padre Isaldo Bettin, conocido cariñosamente como el padre Beto.

Tiene espacio sólo para 28 personas, las cuales son mayoritariamente venezolanos que no tienen dónde vivir. El horario de salida en las mañanas es de 7 a 9 am y en las tardes, el horario de llegada es de 17.30 a 21 horas.

Centro de arica

21 de Mayo es donde se trasladan a diario diferentes grupos de venezolanos a pedir ayuda y vender dulces.

Al llegar a Baquedano se encuentra Mirla Peña (42) junto a su madre Cira Elena Luengo de 80, quien se encuentra en silla de ruedas. Ellas vienen de Maracaibo y por su situación como indocumentadas, Mirla no encuentra un trabajo estable. Dice que en Venezuela se desempeñaba como encargada de recursos humanos.

"Asistimos a una iglesia cristiana, tenemos donde quedarnos, pero mi mamá necesita medicinas, pañales. Mi hijo tiene un riñón paralizado, él está acá y necesita operarse, mi nuera está embarazada. Necesito ayuda para mi hija que está en Perú para que venga con sus 3 hijos".

En el mismo paseo 21, se encuentra Adrián Solorza (28). El joven se encuentra en silla de ruedas a causa de una bala que le llegó de manera accidental, en Valencia, su ciudad natal. Dice que trabajó como cajero e informático.

"Salí de Venezuela en 2016, estuve en Colombia y de ahí me vine a Chile. Ya no me alcanzaba el dinero que ganaba allá y fueron muchos los venezolanos que llegaron. Estoy tramitando acá mi carnet de discapacidad, me dieron una silla de ruedas nueva, quiero traer a mi esposa y mis 3 hijos. Falta poco para que se acabe mi visa de turista y por eso necesito trabajo urgente".

Consultada la Agrupación de Venezolanos en Arica por la situación de sus compatriotas, respondieron que "debido a la cantidad de paisanos que han estado llegando a la región de Arica y Parinacota en condiciones de calle y pidiendo dinero con carteles en varios lugares de la ciudad, tales como: semáforos y plazas, negándose a buscar empleo u otra forma de ganarse el dinero dignamente, basándonos en la inquietud y sugerencia de la comunidad de venezolanos que hacemos vida acá, nos vemos en la necesidad de crear una campaña en la cual instamos a los ciudadanos chilenos a no fomentar la flojera y el deterioro de la imagen que honradamente nos hemos ganado los inmigrantes venezolanos (gente trabajadora, educada, honrada y siempre en búsqueda de aportar más que ser un problema para esta sociedad) y evitar el darles limosna".

Destacaron que "si desea ayudar a un venezolano, ofrézcale comida o empleo". Además les ofrecieron su ayuda en trámites migratorios a través de su Facebook (Agrupación de Venezolanos en Arica).

"Nos vemos en la obligación de salir a la calle a vender chupetes, porque no hay más, ya que no nos permiten trabajar. Nos tocó a nosotros como venezolanos esta vez salir del país, pero no sabemos si algún día también les pueda tocar a ustedes".

Alfer Pedraza,, migrante venezolano.

"Este fenómeno de personas venezolanas en situación de calle es nuevo en la ciudad, se ha logrado generar atención en terreno y monitoreo en algunos sectores".

Karina León,, encargada de la Direm.