Fuego quemó Catedral de Notre Dame
Un incendio destruyó su aguja y cubierta. Se salvaron reliquias como la Corona de Espinas de Jesús.
Redacción - La Estrella
Un ícono de París, la Catedral de Notre Dame, fue devastada ayer por las llamas en un incendio que provocó el derrumbe de su aguja y sumió al centro de la capital francesa en una espesa cortina de humo. El siniestro en el monumento histórico más visitado de Europa comenzó alrededor de las 18H50 (16H50 GMT) y se propagó rápidamente a toda la estructura superior del edificio de casi mil años de antigüedad, provocando el derrumbe de la aguja de plomo, de unas 250 toneladas de peso.
Las causas
La Fiscalía de París informó que según una investigación preliminar, el incendio se habría iniciado por accidente, descartando la posibilidad de haya sido provocado. De esta forma, el siniestro habría comenzado en el techo de la catedral, donde se realizaban obras de renovación. Las inmensas llamas, visibles desde varias zonas de París, devoraban entrada la noche francesa parte del techo del monumento gótico de la Edad Media, emitiendo un espeso humo amarillento que se propagaba a varios kilómetros.
Pese a la violencia del siniestro, el Cuerpo de Bomberos de París manifestó que la estructura de la catedral "está a salvo". "Podemos considerar que la estructura de Notre Dame está a salvo y preservada en su totalidad", indicó el jefe de los Bomberos de París, el general Jean-Claude Gallet. Desde el gabinete del Presidente Macron, el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez, agregó al cierre de esta edición que "el fuego ha perdido intensidad".
Más de 400 bomberos participaron en las operaciones de emergencia y fueron saludados con aplausos y cánticos por miles de personas apostadas en las principales calles de París.
El Presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer que su intención es "reconstruir Notre Dame todos juntos", y anunció que se lanzará una campaña de recolección de fondos, tanto en Francia como en el extranjero, para ese proyecto.
Tesoros presentes
Un grupo especial se congregó "para intentar salvar todas las obras de arte" del monumento. El rector-arcipreste de Notre Dame, Patrick Chauvet, anunció que se salvaron dos de los objetos religiosos más importantes que albergaba la catedral: la Corona de Espinas de Jesús, que los soldados romanos colocaron a Jesús de Nazaret en la cabeza durante su crucifixión para burlarse de que se hubiera proclamado rey de los judíos; y la Túnica de San Luis, que perteneció al rey Luix IX (1214-1270), último monarca europeo que se embarcó en una cruzada para recuperar Jerusalén.
En el recinto también se encuentra "La consagración de Napoleón" (Jacques Louis David) y una serie de cuadros llamados los "Mays", encargados entre 1630 y 1707 por la corporación de los orfebres de París para ofrecerlas en primavera en honor de la Virgen María.