Luego que miles de estudiantes de la educación superior perdieran la gratuidad por atrasarse en terminar sus carreras, tomó fuerza el debate sobre cuánto duran los programas en las universidades chilenas y surgieron algunos voces llamando a acortarlas.
Por ley, la gratuidad solo cubre la duración nominal de la carrera (al año siguiente el alumno paga el 50% del arancel), por lo que acortarlas no significaría que el alumno aproveche mejor el beneficio.
Sin embargo, reducir la duración nominal de los programas podría, entre otros efectos, disminuir el gasto general por gratuidad, dando margen para ampliarla.
Ya hay universidades que están haciendo esfuerzos por revisar y reducir el número de semestres que duran sus carreras.
Una de ellas es la Universidad Católica, donde el caso emblemático es Medicina, que hace tres años se acortó de 7 a 6 años, siendo pionera en el país. También se redujo Ingeniería Civil, de 6 a 5 años y medio; y se creó Pedagogía en Educación Media en Ciencias, con una duración de sólo 4 años.
"Hay algunas carreras que nosotros hemos mirado y hemos determinado que es posible hacer algunos acortamientos", afirma el vicerrector académico de la UC, Juan Larraín. En el caso de las dos primeras, explica que "se detectó que muchos de los temas que se enseñaban en el pregrado eran luego cubiertos en los postgrados" o en las especialidades.
Otra institución que también está haciendo esfuerzos en esa línea es la Universidad de Concepción. Su rector, Carlos Saavedra, afirma que están trabajando en acortar todas las Ingenierías Civiles de 12 a 11 semestres, esfuerzo que realizan en conjunto con otras universidades -como la Universidad de Santiago y la Universidad Católica de Valparaíso, que participan en una instancia llamada "Ingeniería 20/30".
"Se están desarrollando esfuerzos institucionales de manera de dar respuesta a las orientaciones en estas disciplinas", señala. La Universidad Federico Santa María también es otra que lleva adelante un plan para ajustar la duración de sus carreras.