Ernesto Arcos U.
No eran las palomas el único problema que afectaba a la Escuela América, aunque sí fue el que terminó por motivar la suspensión de clases, luego de que el techo de una de las salas se rompiera, producto del peso de las fecas acumuladas de esas aves.
La profesora y vocera de la comunidad del establecimiento, Joceline Díaz, aclaró ayer que no fueron los apoderados y profesores los que decidieron no retomar mañana las clases, sino que fue el equipo directivo con un prevencionista de riesgos quienes les comunicaron que los trabajos sanitarios de la escuela eran mucho más de lo que se habían previsto en un comienzo por lo que ameritaban más días de trabajo, lo que implicaría que las clases estarían suspendidas hasta el día miércoles y no se regresaría el día lunes como se había publicitado en las redes sociales.
"Una vez que terminaron de exponer la comunidad escolar increpó al director por permitir dar comienzo al año escolar teniendo conocimiento de las condiciones insalubres en la que se encontraba la escuela, las cuales no solo se limitaban a las salas afectadas por fecas de paloma e infraestructura dañada como consecuencias de estas, sino que también nidos de avispas, ratones, acopio de material, baños de varones no habilitados por trabajos en las cañerías y salas con trabajos aún en proceso de postura de cerámica y fragüe", añadió Díaz.
De estos problemas, añadió, los de las salas y las cañerías de los baños son los únicos que se habían solucionado al momento del colapso del techo.
Reiteró que el miércoles se reunirán para evaluar el estado del plantel y si retoman sus labores.