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La maestra de la construcción que trabaja con 500 hombres en obra

Susana Uribe fue reconocida por su autosuperación y compromiso. Madre de tres hijos, uno de ellos es su supervisor, y el marido, un colega.
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María José Collado Rojas

Susana Uribe (46) sostiene con orgullo un diploma en sus manos. Lleva las uñas pintadas y un poco de maquillaje se puso en el rostro antes de subir al escenario a recibir el homenaje por su autosuperación y compromiso.

Pero el camino no fue fácil, reconoce. Trabajar en la construcción con 500 hombres a veces es ingrato. Aún así, la mujer pudo compartir con ellos ayer el Día del Trabajador de la Construcción.

Susana comenzó haciendo aseo en una constructora. Ahí, una maestra le enseñó a fraguar, a sellar, a hacer terminaciones brutas y finas. Un día le salió la posibilidad de hacer un curso de operadora de maquinaria pesada y ella pensó ¿por qué no? y lo hizo.

Actualmente se desempeña en eso, en la constructora Armas a cargo del proyecto habitacional Chinchorro Norte, el mismo trabajo que la reconoció con un diploma.

Madre de tres hijos, confiesa que uno de ellos es su jefe en la obra. "Es mi supervisor y me dice que después de las seis de la tarde él es mi hijo, en la pega, no".

Nada de débil

La mujer reconoce que llegar hasta donde está hoy le costó sudor y lágrimas, pues no es fácil trabajar rodeada de hombres. "Muchos piensan que una no va a poder hacer la pega bien, pero están súper equivocados. Lo reafirmé cuando me llamaron del mall y entre varios hombres quedé yo para trabajar, pese a que habían otros postulantes con más experiencia", recuerda.

La clave para mantenerse "es ser ciega, sorda y muda". Al ser puros hombres, tienen sus temas y sus maneras de hablar que a veces son distintas a las mujeres".

Respecto a si está de acuerdo con la antigua suposición que decía que las féminas eran el sexo débil en comparación a los hombres, Susana aclara que esa definición no va con ella. "Siempre he sido una mujer de esfuerzo, que sale adelante. Antes de dedicarme a esto, hacía y vendía ropa usada en la feria, después hice aseo. También soy decoradora de eventos, hago arreglos en tela y globo, así que nada de débil", asume.

Ponerle corazón

En una de las faenas en las que le tocó trabajar, Susana encontró el amor. Edgar, quien es maestro de la construcción, logró un lugar en su corazón y hoy es su esposo, con quien comparte no solo el día a día, sino también, las experiencias laborales.

"Él me ha enseñado mucho. A veces hablamos que cuando uno construye no solo se trata de una obra, es un lugar en el que vivirá gente, matrimonios, niños, así que hay que ponerle corazón al trabajo".

Roberto Aguirre, presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción, comentó que el 19 de marzo está instaurado por ley el Día del Trabajador de la Construcción, "por lo que quisimos reconocer a los trabajadores por su justo desempeño".

Aguirre reconoció que actualmente hay bastantes obras que se están ejecutando al mismo tiempo, por lo que se está poniendo en movimiento la obra local.

"Esto habla bien del crecimiento que esperamos sostener en el tiempo, es importante generar instancias para que se desarrollen proyectos y aumentar las cifras de trabajadores a nivel local para continuar avanzando, esa es la idea", finalizó.