Mujeres del mundo
Cada 8 de Marzo un acuerdo propiciado en el mundo por Naciones Unidas desde el año 1975 conmemora el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a las reivindicaciones sociales y de equidad que han desplegado mujeres lideresas y trabajadoras desde mediados del siglo pasado, buscando remecer los cimientos de un patrón cultural patriarcal y masculino que domina la sociedad genéricamente desde tiempos inmemoriales.
El debate por la equidad de género ha demostrado de manera contundente que hombres y mujeres poseen similares características para desempeñar roles diversos en la sociedad actual.
La clásica deformación del más fuerte y la más débil carece de sentido cuando observamos realidades notables de integración y equidad social, por ejemplo, en cuanto a la incorporación de la mujer a espacios laborales tradicionalmente destinados a hombres. Sin duda todavía existen barreras cognitivas e inercias machistas que imponen limitaciones objetivas para que las mujeres accedan a equivalentes opciones de desarrollo personal y social.
En un proceso de cambio cultural como el que vivimos, esta responsabilidad es compartida entre hombres y mujeres, y debemos comenzar por cuidar nuestro lenguaje, que suele ser el primer transmisor de la desigualdad y la violencia, además de asumir que esas barreras son culturales y políticas.
En estas líneas les envío mi reconocimiento sincero por el amor entregado, su trabajo, desvelo y compromiso.
Y comienzo por mi madre Elena que hoy nos cuida desde el cielo, a la madre de mis hijos y a todas nuestras mujeres. Algunas que desde el silencio de días duros no pueden contar su realidad y otras que desde tribunas públicas nos ayudan a emparejar la cancha de las desigualdades, y a restaurar la memoria de un país que merece avanzar en dignidad y equidad.