reconectarse con la naturaleza

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Incluso dentro de Azapa, el santuario es considerado un lugar de naturaleza viva, fuera de la influencia de la modernidad, enseñando incluso con nostalgia los paisajes más naturales de los valles. Diego Vallejos nació en Santiago, pero lleva 10 años viviendo en Arica y para él, la influencia del lugar es notable. "En un tiempo vine mucho, porque trabajé en el museo y su circuito que incluye el santuario. Lo que me gusta es que es un lugar que rescató al picaflor, se estaban acabando todas las plantas por producción agrícola y aquí se recuperó todo".