Secciones

En "21" están molestos por reiteradas inundaciones

Vecinos están preocupados por el olor, riesgos sanitarios y posibles accidentes.
E-mail Compartir

Durante horas de la tarde de ayer, un hecho entorpeció la circulación de autos y peatones en el sector céntrico de la ciudad, cuando una cámara de alcantarillado se tapó en la intersección de las calles 21 de Mayo y Arturo Gallo, provocando una inundación de aguas servidas que se propagó por el sector, llegando incluso hasta 18 de Septiembre.

Al lugar no tardó en llegar Aguas del Altiplano para controlar la situación. A pesar de eso, vecinos afirmaron que este problema se ha vuelto habituales. "En este mes ha sido tres veces y la primera vez se demoraron cuatro horas en solucionar el problema. Pero la segunda vez que pasó se demoraron más", aseguró Angelo Alarcón, quien vive en el lugar afectado y tiene un almacén, donde tuvo que colocar una rampa improvisada en la calle para ayudar a las personas que necesitan cruzar, especialmente adultos mayores que no pueden saltar y esquivar el agua sucia.

"Aquí parece que pasan tirando desperdicios a la alcantarilla, porque se pasa tapando", recalcó Soledad Tirado, quien lleva viviendo siete años en la calle 18 de Septiembre. "Cada vez es más seguido y con más agua en la calle", agregó.

A pesar de que este incidente se ha vuelto recurrente, los vecinos no han reclamado el problema de manera formal ante ninguna autoridad.

Insostenible

Desde Aguas del Altiplano, explicaron que se extrajeron los sólidos que obstruían el colector de la cámara, y en paralelo se procedió a succionar el agua que corría por las calles, las cuales posteriormente se limpiaron y se sanitizaron. Luego de realizar este proceso, la empresa quedó en revisar la infraestructura del sector para establecer un nuevo plan de acción que entregue una solución para que no se repita un evento similar.


Ángelo Alarcón, vendedor del sector.

"La gente tiene problemas para cruzar. Hay muchos conductores poco empáticos que manejan a toda velocidad y mojan a los peatones".


Soledad Tirado Lobos, vecina desde hace 7 años.

"Siempre es lo mismo. La gente de acá no quiere pasar por el agua y por el olor. Hay negocios que pierden clientes por este problema".