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El legado del antipoeta sigue vivo a un año de su muerte

El escritor residió en Las Cruces, comuna de El Tabo, durante más de 30 años. Hoy sus restos descansan en la que siempre fue su casa en la localidad, tal como lo pidió mucho antes de su deceso ocurrido el 23 de enero de 2018.
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Esta semana se conmemoró un año del fallecimiento del antipoeta, Nicanor Parra, quien falleció en la comuna de La Reina, en Santiago a los 103 años.

El escritor y académico residió durante largo tiempo en la localidad de Las Cruces, comuna de El Tabo, lugar que escogió, antes de su fallecimiento, como el espacio en el que deseaba que sus restos descansaran.

Legado en las Cruces

La localidad de Las Cruces fue el hogar de Parra desde los años 80, época en la que comenzó a residir en el Litoral de los Poetas.

Vivió en el mismo lugar donde sus restos fueron trasladados después de su muerte y su velorio en la Catedral de Santiago.

Sin embargo, su legado sigue vivo hoy el recuerdo en sus vecinos de calle Lincoln del barrio Vaticano.

Así lo expresó a Emol, el día de su funeral, Ricardo Santis, del mítico local de videojuegos Santisan. "Desde que llegó salía a dar su vuelta diaria. A veces andaba tan inspirado que a mitad de camino se devolvía a su casa para escribir", contó.

Rafael Vallvé, periodista, conoció al escritor en una noche de temporal cuando desde el diario La Nación le fue encargado entregarle personalmente, en su residencia de La Cruces, una invitación a un evento.

Al ser consultado acerca del legado que siente que Parra dejó, expresó: "Nicanor Parra desde su antipoesía pasa a nombrar a Las Cruces la cuna del estilo. Antes de él, el lugar no era mucho y consigue que le dé otra importancia, le da esa magia que le faltaba al lugar".

Más allá del legado cultural que generó la antipoesía y la llegada del ganador del Premio Cervantes a la localidad, este generó también un impulso cultural.

"Atrajo a más gente de su misma línea; intelectuales, interesados por la literatura, escritores, etcétera. Además, estaba eso de que se dejaba ver y a veces no se dejaba ver. No iba mucho a los eventos que lo invitaban, él era así una persona común y corriente. De todos modos, el pueblo supo sacarle partido a esto, no por nada el centro cultural de Las Cruces lleva su nombre", explicó Vallvé.

Luis Merino, director de la Biblioteca de Las Cruces ha estudiado en profundidad al que todos en el sector llamaban "el vecino Parra".

Merino comentó acerca del legado que el vate no solo le dejó a la localidad sino que al Litoral Central.

"Es un legado inconmensurable y para comprenderlo hay que leer a Parra, su legado de alguna forma está escrito. Él vivió casi los últimos 30 años acá (en Las Cruces) y yo le comentaba a su nieto Tololo que antes de que don Nicanor llegara acá, cuando vivía en La Reina, él siempre pidió que lo enterraran aquí donde había estado tanto tiempo y eso se cumplió; además, él quería crear un antimuseo. Entonces para él este lugar era muy importante, pero era un vecino común y corriente que escribía".

Respecto a la posible creación del antimuseo, el cual quedó estipulado en el testamento del difunto escritor, el director del espacio cultural tabino aseguró que "nosotros solo esperamos que se haga pronto el antimuseo para que las personas que vengan a visitar conozcan su poesía y su gran trabajo, su trabajo artístico".

Actividades

La comuna de El Tabo trata de mantener vivo el legado del antipoeta y lo hacen especialmente con una serie de actividades para conmemorar el aniversario del fallecimiento de Nicanor.

Realizaron un 'Toque de conmemoración de difuntos' (veinte minutos de campanadas) en la parroquia La Asunción de Las Cruces, por la "Agrupación de Campaneros de Santiago".

A mediodía, la caminata denominada "Ruta Nicanor Parra" que se extenderá desde la playa Las Cadenas hasta el barrio Vaticano, lugar en donde se encuentra su casa y descansan sus restos.

La biblioteca de Las Cruces, en donde "Violeta le canta a Nicanor", también realizaron homenajes.

En la biblioteca Casa de la Cultura de El Tabo prepararon una serie de documentales.

Y en el Centro Cultural Nicanor Parra el homenaje fue "Chile país de poetas".

Además se realizaron diversas actividades más.

El Litoral de los Poetas

Jorge Moreno, vecino de Las Cruces, cuenta que la vida de Parra en el barrio Vaticano era tan normal como la de otros vecinos.

"Nicanor escoge Las Cruces como su lugar de residencia y también pareciera que para encontrar paz y tranquilidad. Además que hay que tener en cuenta que a él le gustaba mucho era ver el atardecer y la puesta de sol, porque lo inspiraba", dijo.

Indicó además que "la última vez que salió a un homenaje, porque era bien reacio a salir, solo se le veía en su auto o en su casa en la calle Lincoln, fue el 18 de junio de 2014 porque se celebraban 60 años de su libro más popular "Poemas y Antipoemas". Nicanor Parra se sitúa en un lugar donde ya había un poco una tradición literaria y cultural, él encuentra su espacio acá, lo que sí hay que resaltar es que él impulsó más a Las Cruces en esta materia".

El legado del antipoeta va mucho más allá de la localidad de la comuna de El Tabo que lo acogió durante más de 30 años. Este alcanza todo el Litoral Central, Moreno asegura que cuando Parra comienza a residir en este lugar es cuando se puede empezar a denominar a la zona El Litoral de los Poetas, "si Cartagena tenía a Vicente Huidobro e Isla Negra a Pablo Neruda, Las Cruces tenía a Nicanor Parra".

Sin embargo, el paso del antipoeta por el Litoral Central no fue solo importante en el ámbito de su obra, sino que además, "de alguna forma, Nicanor llegó a reencantar al pueblo de Las Cruces con su singular forma de actuar, que a veces lo veías y otras tantas no, o el hecho que no le gusta aparecer en los actos públicos en los que lo homenajeaban", expresó Jorge Moreno.

El vecino Parra no era distinto al resto, la cotidianidad del pueblo lo hacía sentirse uno más y eso le acomodó porque "podía estar en todos lados sin que la gente estuviera detrás de él. Cuando llegó a vivir al sector, la gente no lo conocía mucho", contó Moreno.

Uno de los últimos deseos de Parra, el cual su hija Colombina asegura tener en un poder, era que se creara una fundación con su nombre. Sin embargo, la actual disputa entre los hijos del fallecido escritor donde algunos piden que se anule su testamento y así repartir los bienes en partes iguales, ha generado que la creación de este permanezca en duda.

Vida en Las Cruces

La rutina de Parra fue muchas veces criticada por aquellos que no residían en la zona, lo difícil que era encontrarse con él generaba -según muchos- que se hablara de sus supuestos aires de grandeza, cosa que según Moreno no tiene sentido.

"La gente pretendía que ellos anduvieran por ahí y que él los estuviera saludando con un pañuelo blanco, pero las cosas no son así. Él era una persona igual que el resto y claramente quería estar tranquilo en su casa, como cualquier otro", dijo.

Hoy, los vecinos de la comuna de El Tabo y específicamente de la localidad de Las Cruces se encuentran a la espera de lo que sucederá con el que para ellos es tan importante: el antimuseo. Este no retratará la vida de Nicanor Parra, sino que mostrará parte de su obra y sus "artefactos".