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José lleva 40 años sacando a flote su negocio en La Lisera

José Navarro ha sido testigo de cómo ha cambiado el turismo en la ciudad, en especial en este balneario.
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Es uno de los comerciantes más antiguos en la playa, empezó a trabajar en La Lisera desde el año 73, y desde entonces arrienda quitasoles y vende flotadores junto al mar cuando el verano se asoma en la región.

Durante los siete días de la semana, José se levanta temprano, instala su puesto, y comienza a inflar los flotadores que tiene disponibles para vender. Cuando nota que los clientes no se acercan a su local, es él quien decide acercarse a los bañistas.

De acuerdo al vendedor el comercio algunos días es malo, y que el mejor día para vender ha sido el 1 de enero.

Fuera de la época estival, José intenta adecuarse al tiempo, por lo que se dedica a vender frutos secos y cuchuflís en otros lugares.

Ya no es lo mismo

Como observador de la evolución de La Lisera a través de las décadas, José Navarro afirmó que esta playa ha sufrido una baja en el flujo de gente que la visita, y él lo atribuye, por una parte, a la notoria falta de turistas bolivianos este año.

"En esta época ha estado malo, porque yo recuerdo antes la playa, y en otros años a mediados de enero esto estaba lleno, ahora no, sólo hay unas cuantas personas, y eso que también están las escuelas de verano". También aseguró que la falta de turistas en general se debe al cambio climático, ya que el calor no es el mismo que el de hace unos años atrás.

Sin embargo, para él estos factores no son los únicos responsables, ya que José destacó que el comercio en general no ha ido en crecimiento.

"En mi opinión, esto es algo apocalíptico, el que espera tiempos mejores es un incrédulo porque esto siempre va a ir de mal en peor con el comercio".

Además, el vendedor playero se refirió a la atención que se le entrega a la playa en el aspecto turístico, ya que hay muchas falencias en el sector; desde la falta de baños mejor equipados, hasta la necesidad de redes en los límites de la playa para evitar la presencia de medusas en un futuro próximo.

"No hay mucha atracción turística en La Lisera. Cuando hay espectáculos aquí, no atraen al público. Incluso hacían un festival de voz en La Peña, y eso ya no está", agregó.

José siente que todos estos aspectos son débiles en la playa, pero que algún día pueden llegar a mejorar si existe mayor preocupación por el sector.

La temporada veraniega cobra vida

Luego de un lento inicio de la época estival en el sector de La Lisera, ya se comienza a apreciar que desde tempranas horas de la mañana decenas de bañistas se instalaron en la arena acompañados de sus familias para pasar un viernes playero. Desde el inicio del año 2019, se ha visto que la playa La Lisera no ha recibido muchas visitas durante las mañanas del verano, sin embargo, aún queda mucho calor por delante.