La vida de Karine Valle no ha sido fácil. Una serie de episodios desafortunados la han acompañado desde pequeña y el último y el más doloroso, después de la muerte de su madre, fue el incendio que afectó al Callejón Cabrera el pasado 3 de enero que arrasó con una población y dejó en la calle a 24 familias en la comuna de Limache.

Ella es una de las damnificadas, su casa, la de sus dos hermanos y la de su madre, donde ahora vivía un sobrino, las destruyó el fuego. Ya no quedan vestigios de nada.

Una vida a Elvis

Cuando Karine tenía 8 años vivió una gran pena, han pasado 35 años, ya no recuerda qué le produjo ese gran dolor, pero hubo algo que la marcó para siempre: en medio de la tristeza escuchó por primera vez la canción "Heartbreak Hotel".

Al poco tiempo, alguien le regaló una caja de fósforos y detrás tenía la cara de Elvis Presley, fue lo primero que tuvo. Luego vinieron los recortes de diario y todo relativo a él hasta hoy que ya han pasado 35 años.

"Al principio era pobre así que tenía solo recortes, pero después cuando empecé a trabajar me pude comprar cosas, tenía cuadros, posters, todos sus discos, vinilos, las películas, publicaciones, fotos, me mandaba a hacer chapitas personalizadas, todo", señaló.

Era su tesoro y su casa, un museo. Cada vez que alguien entraba se impresionaba del nivel de colección que tenía, lo que le preguntaban ella ya lo sabía, lo tenía o lo había visto. Fanática de tomo y lomo.

Para un cumpleaños un amigo le regaló una pintura con el retrato del Rey del Rock en fondo morado, el color favorito de Karine, pero ahora la recuerda con un nudo en la garganta.

"Mi ringtone, la pantalla de bloqueo y de inicio del teléfono son de él. Ahora sólo me quedan las fotografías que alcancé a sacar de mi casa, todo el que entraba se impresionaba... pero todo se quemó, ese día yo vi como prendió mi casa, estaba con mi hijito chico", relató en medio del llanto.

Elvis su consuelo

Karine Valle sufre de episodios de crisis de pánico, asegura que ha tenido una vida marcada por la tristeza y apenas dos días antes del incendio, el siquiatra le había dado de alta.

"Mi hijito de cinco años sacó promedio 6.9 en el colegio, pasó a quinto básico y quería una piscina, como yo no tenía los medios para comprarle una, mi hijo más grande que vive en el sur se la compró por internet y llegó una hora antes del incendio. La guardamos, no alcanzó a verle ni el color y se perdió", señaló.

Y si había algo que lograba darle consuelo en medio de todo el dolor era su Elvis, su música la hacían relajarse y despojarse de las preocupaciones. Aunque estuviera por el suelo, Karine era capaz de levantarse y darle alegría a otros y siempre acompañada de la música.

"Soy fanática de Elvis, él para mí era mi vida, pero en el momento que empezó el incendio no pensé en nada, ni en mis gatos, ni en Elvis, ni en nada, tenía joyas de oro que tampoco pensé, sólo tomé mi cartera y le dije a mi hijo ¡corre! y a los 10 segundos del eucalipto saltó la llama a mi casa y eso no lo puedo olvidar", sostuvo.

La mujer pertenece a muchos grupos dedicados al cantante, pero no ha querido hacer publicaciones contando lo que le pasó. Hoy sólo quiere dormir y al despertar darse cuenta que todo fue un mal sueño y que sus cosas aún están ahí.

"No recuerdo un año en que pudiera decir que fui feliz completamente, pero siempre me supe levantar, hoy estoy en el suelo, sólo sigo por mi hijito chico y si Elvis pudiera y me viniera a cantar 'Heartbreak Hotel', me daría una tremenda alegría", dijo en medio de las lágrimas.