En cada rincón del mundo es innegable que la primavera es sinónimo de amor. Más horas luz a disposición invitan a salir y dejarse sorprender conociendo nuevas personas y experiencias. Pero esto no es exclusivo de los humanos, porque durante esta estación del año en el mar los congrios también se lanzan a la conquista y lo hacen a lo galán: cantando.

Sí, porque al igual que lo hacen otros seres marinos como las ballenas o los delfines, un equipo del Centro de Investigación Marina Quintay (CIMARQ) de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, detectó que los congrios negro y colorado emiten sonidos considerados cantos. Estos justamente se percibieron entre el término del invierno y durante la primavera, y tendrían la función de ser llamados para el apareamiento.

Junto al doctor en Biotecnología de la Universidad de Lieja (con quienes la UNAB tiene un convenio), el belga Erick Parmentier, el docente Juan Manuel Estrada, está realizando esta investigación desde la primavera del 2017. En este período, señala el docente de la casa de estudios viñamarina, se dieron cuenta que ambas especies "hacen desoves parciales, todo de una vez como los salmones". Justamente esto coincide con la detección de los cantos.

Estos sonidos emitidos revelan que los congrios se ponen "románticos" con la caída del sol, ya que "estas llamadas al apareamiento comienzan al atardecer, alcanzan un peak antes de la medianoche y se pueden prolongar hasta las 2 de la madrugada. Después disminuye". El punto máximo de actividad reproductiva se produce en octubre.

Durante el año que llevan de labor, los investigadores han encontrado en el agua masas con una densidad ligeramente menor a la que generalmente tiene ésta, con ovocitos flotando dentro de ella. "Las hembras desovan y los machos espermian en el agua y los espermatozoides fertilizan los ovocitos", agrega Estrada.

Cantos distintos

Tal como ocurre entre los humanos, que para captar la atención del otro se emplean diferentes recursos, los congrios también explotan armas de seducción distintas. En particular, el equipo de investigación ha detectado hasta el momento tres tipos de sonidos, dos en el caso del congrio negro y uno en el colorado. En ambas especies los cantores son tanto hembras como machos. Este sonido, detalla el biólogo marino de la UNAB, "es como una especie de vibración, semejante a un mantra tibetano (...) hasta hace un par de años desconocíamos si los congrios eran capaces de generar este tipo de sonidos".

Este descubrimiento va más allá de la anécdota de saber que tenemos congrios cantores en nuestras aguas, ya que abre la posibilidad de usos relevantes en el área de la acuicultura. De hecho, así adelanta el docente, ya que en el caso de ambos especies sobreexplotadas se puede desarrollar tecnología para el repoblamiento de éstas. También, con escuchar el sonido que emiten, a futuro se podría determinar cuántos ejemplares hay en una zona de manejo, mediante el uso de hidrófonos (micrófonos acuáticos).