En una de las sesiones realizadas este mes por el Concejo Municipal de Iquique, de forma unánime se aprobó una ordenanza que prohibe el uso de los globos de los deseos, estas bolsa de papel que se elevan con el aire que genera una mecha o vela en su base. Si bien estas puedes ofrecer un espectáculo llamativo y, para algunos, con significado, el caso es que en lo concreto, estos "globos" son probadamente elementos tremendamente peligrosos. Y en Iquique lo saben muy bien. Este año que ya se va, comenzó con un grave incendio provocado justamente por un globo de los deseos. Lamentablemente, aquella metáfora que se eleva con el calor de una mecha, puede terminar generando una tragedia con el mismo calor al retornar a tierra.

Desde el vecino puerto se informa que la fiscalización estará en manos de inspectores municipales, Carabineros y la Armada, y las multas pueden elevarse hasta las de 4 UTM (casi 200 mil pesos) las que serán aplicadas por el Juzgado de Policía Local respectivo.

En Arica, el Concejo Municipal no se ha pronunciado de manera oficial al respecto. Tampoco se ha informado de alguna ordenanza en este sentido, a pesar que ya se tiene registro de que globos de los deseos han caído en el humedal, generando algunos focos de fuego, pero sin que se registrase situaciones catastróficas.

Sin embargo, no es necesario que deba ocurrir un hecho de esta naturaleza para que en la ciudad, en la comuna, se ponga atención a los efectos que pueden tener estos elementos. Debe desde ya existir una sensibilidad respecto de los perjuicios que puede revestir el elevar estos elementos encendidos al cielo, sin saber dónde van a regresar a tierra.

Arica se caracteriza por tener diferentes sectores en los que se acumulan papeles y basura. El aterrizaje de un globo de los deseos a medio morir en estos pequeños basurales puede terminar provocando una emergencia, y qué se puede decir de cuando caen sobre casas cuyos techos están llenos de escombros o desperdicios, en toldos, en sombreaderos inflamables y así sucesivamente.

La idea es tener conciencia respecto a los efectos que puede tener un acto que parece inocente.

Cuando nos encontramos con alguno de aquellos amigos, compañeros de infancia de la Juan Noé, el saludo afectuoso trae al presente recuerdos de vivencias inolvidables.

En los tiempos fundacionales de la población Juan Noé, año 1962, la mayor entretención que teníamos tantos muchachos era jugar y compartir en los diversos pasajes, o en la capilla Cristo Rey o, a "pata pelá", en las numerosas pichangas que se jugaban en el descampado entre los pasajes 9 y 11, en donde hoy está el parque central.

En aquellos tiempos se organizaban multitudinarios campeonatos de baby fútbol para nosotros. Los partidos se jugaban en la cancha de la Indo, empresa pesquera en el sector de los actuales terminales de buses en avenida Diego Portales, que antes se llamaba 7 de Junio. Un amigo del pasaje 13, Quelopana, era el organizador de estos eventos.

En esos torneos, por el año 65, comenzó la carrera futbolística de Carlín Díaz, del pasaje 13, de apenas 6 años; un chico de gran amistad con el balón y con los triunfos.

De allí, Carlos Díaz Heredia, ariqueño de nacimiento, nieto de ferroviario -don Juan Díaz Gallardo-, siguió maravillando como volante en los torneos ariqueños, en el equipo local U. de Chile, y el histórico Comercial desde los 14 años. Su técnica brilló además en selecciones de la AFA, e incluso destacó en selecciones amateurs de Iquique y Calama.

Carlín Díaz fue uno de los ariqueños que lograron llegar al fútbol profesional. Defendió los colores de la Universidad Católica desde el 76 hasta el 80, cuando regresó a su tierra para vestir orgullosamente la celeste de Deportes Arica, siendo uno de los artífices de ese gran logro, el 81, cuando fuimos campeones y subimos a la primera división. En esos tiempos sufrió la lesión que lo alejó largo tiempo de las canchas.

Carlín, con 63 años, casado, dos hijas y un nieto, juega aun en el Comercial, con sus mismos compañeros de los lejanos 16 años, y también en la Liga Andina, en el "Chapica", club que representa el lugar de nacimiento de su padre, cerca de la estación de Molino.