El Viejo Pascuero que nunca tuvo un regalo de Navidad
En su infancia, su familia pasó por difíciles momentos económicos, por ello ahora entrega dulces a los niños y los alegra con su trineo y con las carcajadas de bebés.
Daniel Leal tiene 66 años y hace 18 años se viste de Viejito Pascuero. Comenzó a caracterizarse del clásico personaje del Polo Norte por una casualidad, ya que no recibió nunca un regalo para Navidad.
"Vine a Arica a hacer el Servicio Militar, pero nunca lo realicé al final, porque hubo exceso de contingente ese año y me quedé afuera. Así que me quedé trabajando en distintas cosas. Chofer, tripulante pesquero, me dediqué a trabajar en el área de salud y luego ingresé hace 9 años al Colegio San Marcos, donde soy auxiliar de servicio".
Recuerda que cuando trabajó como chofer de radiotaxi, los conductores organizaron una caravana navideña, pero les faltaba el Viejito Pascuero y entonces lo eligieron a él. Le arrendaron un traje sus compañeros y ahí comenzó a ser el Viejito Pascuero.
Luego vino el trineo, el que armó con un carrito de supermercado que encontró en una chatarrería y adquirió unas muñecas, porque a las niñas les llamaban mucho la atención.
Las carcajadas de bebé que son características de su trineo y se asemejan mucho a las reales, fueron grabadas por la radio Puerta Norte y asegura que son risas de bebé ariqueños.
"Siempre me dicen que las risas son bien contagiosas y a la gente le gustan porque los incita también a sonreír. Les doy dulces a los niños, pero sin antes preguntarles cómo se han portado".
Sobre sus navidades, recuerda que en su natal Valdivia su papá falleció cuando él tenía 11 años y los problemas económicos no permitieron que él recibiera un regalo durante Nochebuena.
"Tuve que trabajar desde pequeño, por lo mismo, quiero entregar a los niños alegría. Me emociono mucho cuando los niños me piden sus regalos o deseos".
Regalos tecnológicos
Entre los cambios que considera que los niños han tenido, es la petición de regalos tecnológicos y de gran valor económico. Destaca que antiguamente había pequeños que le pedían una pelota de fútbol o regalos sencillos, pero que ahora las tablets, celulares y los Play Station, lideran las solicitudes navideñas.
"Nunca más me han pedido una pelota, hace tiempo ya, varios años. Una de las solicitudes que más me ha emocionado durante mis años como Pascuero es una niña que una vez me pidió sólo que su familia fuera feliz. Eso nunca lo voy a olvidar, fue algo muy bello".
Enfatiza que de a poco estamos terminando con la Magia de la Navidad.
"Nosotros mismos con la tecnología estamos matando eso, ahora ya los niños casi no juegan. Ojalá que se retome eso. Creo que la tradición de la Navidad nunca va a terminar, porque el Viejito Pascuero siempre está en la imaginación de los niños, es algo hermoso, que se debe seguir fomentando de una forma sencilla".