No llevan tambor pero sí la Navidad sobre un furgón
"Los tamborileros" es un grupo de vecinos que año a año celebran las fiestas llevando alegrías y regalos en un carro alegórico. Así han recorrido poblaciones y campamentos.
Un grupo de vecinos de calle Linderos adoptó el mismo nombre de un tradicional villancico para denominarse como agrupación social y cultural y con ello, darle un sentido a la Navidad.
"Los tamborileros" está conformado en la actualidad por unas diez personas y sus familias, quienes cada año salen con su carro alegórico navideño a regalar dulces y sonrisas a quienes más lo necesitan.
La iniciativa nació con una visita a los menores del sector. Con los años, los recorridos se expandieron a lugares más alejados. En ese entonces, hace ya unos tres años, no había vehículo habilitado, solo un carro de arrastre que con suerte soportaba al Viejito Pascuero. Cuentan como anécdota, que entre tantos hoyos en las calles de Arica, Papa Noel saltaba de un lado a otro, sufriendo más de algún percance.
"Partimos esta idea como algo más particular, para los niños del sector. Después optamos por salir a otros lugares como los campamentos y ahí uno se da cuenta que la realidad es otra. Así fue como pensamos en hacer algo que fuera más en beneficio de los demás que de nosotros mismos", recordó Manuel Ángel, miembro del grupo.
La adquisición
Quinientos mil pesos ganados en el concurso de carros alegóricos de la municipalidad fueron el capital inicial para que el grupo adquiriera un furgón para adaptarlo a las nuevas necesidades.
También se realizaron rifas y actividades para reunir el dinero y comprar confites, cajas navideñas y regalos para repartir. Ricardo Nacarate, de oficio mecánico, fue el encargado de dejar operativo el vehículo, el cual el resto del año descansa en un terreno a la espera de la próxima Navidad.
"Los vecinos nos apoyaron con la ornamentación y viendo también la parte eléctrica. Trasnochábamos con el objetivo de crear algo bonito y en ese sentido, fue fundamental el apoyo de todos los que estábamos en este proyecto", destacó Nacarate.
En los recorridos abundan los disfraces y las risas. En esta tarea se involucran las personas que conforman "Los Tamborileros" y también sus familiares.
"Vimos realidades distintas, en la que los niños se alegraban tanto de sólo ver el carrito y nunca habían recibido algún regalo. O familias con cinco hijos, en la que el padre no tenía cómo regalarles una linda Navidad, o una abuelita que sola con su nieto, tenían problemas para desplazarse, por lo que al recibir una visita, era lo máximo para ellos", comentó Ángel.
Este año el carro ya pasó por el Hogar de Cristo, donde dejaron colaciones como bebidas, galletas y panes de pascua, todos adquiridos por los vecinos que conforman el grupo más uno que otro "padrino" que apoya de manera desinteresada a la causa.
"Hasta nuestros niños participan. Antes eran más chicos y disfrutaban del Viejito. Ahora disfrutan ayudando, disfrazándose, repartiendo los dulces o sacando fotos. Queremos dejarle este ejemplo para que ellos continúen con la tradición", comentaron.
Agregaron que cada año se preocupan además, de dejar una caja chica para solventar los gastos de la Navidad que viene, "como el carro está guardado el resto del año, es necesario ponerlo en mantención para el próximo", dijeron.