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El explosivo aumento de acomodadores informales sigue entorpeciendo la labor de los acreditados

La constante lucha de los acomodadores de vehículos contra el "otro mundo"

Trabajadores autorizados por el municipio se la juegan por ganarse la confianza de los conductores, mientras enfrentan una creciente delincuencia.
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El sábado 8, y mientras Michelle, estudiante de segundo año de Educación Parvularia, daba por hecho que ir al Terminal Asoagro junto a su madre y a su hijo de 4 años sería un momento de compras y hasta relajo, pasó por una mala experiencia.

Aunque al llegar un acomodador informal se le acercó y le dijo que le cuidaría el auto, fue víctima del robo de la batería de su Nissan, asunto que le sorprendió más cuando le avisó al guardia del recinto, quien le respondió que "es la tercera vez que escucho un robo así en lo que va del día".

"Lo raro es que cuando recién llegué, la persona que dijo que me cuidaba el vehículo me miró raro. Bueno, el tema es que igual encuentro preocupante, porque quizás yo estaba acompañada, pero quedarse en pana acá, tipo 5 de la tarde, no es nada grato", contó.

La semana pasada, las autoridades entregaron la últimas cifras del año del STOP (Sistema Táctico Operativo Policial). Ahí, Carabineros reveló que si bien el robo con intimidación y robo con violencia disminuyeron en 1% y 3% respectivamente en ese sector, el delito que registra mayor frecuencia es el robo de objeto desde vehículos, que aumentó en 132 casos en comparación al año anterior, lo que involucra precisamente la sustracción de batería y de cualquier accesorio.

Por ello, las autoridades hicieron un llamado a no despreocuparse y hacerle fácil la labor a los delincuentes o mejor aún, si va a dejar el vehículo al cuidado de alguien, ojalá que la persona tenga los permisos correspondientes.

ACREDITADOS

Según el registro municipal, son 45 las personas acreditadas para ejercer el oficio de cuidador de autos solamente en el sector del Agro. La misma estadística arroja que son 140 en toda la ciudad, quienes se desplazan por distintos sectores alrededor de recintos comerciales.

Fue en agosto de 1996 cuando se publicó por primera vez la Ordenanza Municipal sobre Acomodadores de Vehículos Estacionados.

El permiso es otorgado por la Dirección de Administración y Finanzas del municipio, tiene un costo de 12 mil pesos semestrales y como requisitos, tener cédula de identidad, presentar certificado de antecedentes y dos fotos tamaño carnet, a cambio de una credencial donde aparecerá la identificación del solicitante con la firma de quien la entrega.

Además, el municipio tiene la potestad de caducar el permiso si el trabajador incurre en alguna irregularidad. "Esto es si se comprueba que han presentado antecedentes falsos, o se encuentran en estado de ebriedad, faltan el respeto a los conductores, Carabineros o inspectores, y delegar, ceder, transferir o arrendar el permiso a terceros. Cabe mencionar que todo aporte es voluntarios por parte del conductor", detalla el reglamento.

El "otro mundo"

Jaqueline Castro lleva 24 años acomodando vehículos en el sector del Terminal Asoagro, por Manuel Castillo Ibaceta.

Ella es tesorera del Sindicato de Acomodadores de Vehículos Motorizados de Arica, el que relata que ha servido bastante para darle un nombre y forma a la ocupación.

Agrega que no ha sido fácil codearse con el "otro mundo" que hay en el sector, el que incluye borracheras, peleas, acomodadores informales y robos.

"Robos, claro; eso es lo que más nos complica, porque varias veces nos echan a todos en el mismo saco", narró la dirigenta.

"Este último tiempo se ha notado harto lo que es el robo de batería. Muchas veces uno no puede luchar con todo esto, porque hay días de bastante movimiento y hay que estar pendiente. Lo bueno es que trabajamos por cuadrillas, de acuerdo a los calzos", agrega.

Así lo vivió en carne propia hace un año y medio cuando, mientras acomodaba un vehículo, notó que dos desconocidos abordaron un Hyundai Starex, con serias intenciones de desvalijarlo.

"Me enfrenté a uno de ellos. Se estaba subiendo al vehículo. Cuando quise hacerlo descender sacó una cortaplumas y me la clavó en la mano (muestra la cicatriz) y de paso me subió y bajó a insultos. 'Sapa' y 'estai cuidando autos por 100 pesos' fue lo más suave que me gané".

- ¿Hay vigilancia?

Claro, constantemente viene Carabineros, pero a veces el delito ya se cometió. En todo caso tenemos contacto directo con ellos, porque este último tiempo se ha puesto pesado.

- ¿Y cámaras o guardias?

El tema es que los guardias pertenecen al terminal, entonces ellos velan por lo que pase en ese lugar. En cuanto a las cámaras, la mayoría son de los restaurantes que hay dentro del Asocapec o Asoagro, por lo que apuntan hacia allá o sólo la fachada de los locales.

- ¿Cómo es eso del whatsapp que utilizan ustedes?

Claro, si los ladrones se perfeccionan cada día más, nosotros también. Hace un par de meses, creamos un grupo sólo de acomodadores de vehículos, para pasarnos el dato si vemos a alguien sospechoso.

- ¿Y les ha funcionado?

Por supuesto. Mire, no es que nosotros tengamos la facultad para detener, pero por lo menos, si vemos a algún sospechoso o desconocido que ande mirando autos más de lo común, nos pasamos el dato para que los colegas y los clientes estén alerta. No es que andemos funando, sino que es para uso particular y para estar atentos (muestra distintos personajes sospechosos en el celular).

- Están súper organizados...

Sí, de hecho ya hay confianza entre varios clientes hacia nosotros. Por ejemplo, yo, al ser la única que tiene licencia para conducir, recibo varios autos de clientes cuando no hay calzos disponibles. Me dejan las llaves y los acomodo mientras hay espacio disponible.

"amarrarlas bien"

Luis Meneses también es parte de la directiva mencionada, como vocero. Él ha sido testigo de cómo la delincuencia se ha apoderado del propio estacionamiento de Manuel Castillo Ibaceta.

Concuerda con Jaqueline en que las baterías son parte de los artículos codiciados en cuanto al robo en vehículos. "Las preferidas son las de las Porter, porque las dejan sueltas o mal amarradas y más encima, se instalan y desinstalan debajo del pick up", expone.

"Por años pretendemos que nuestro lugar de trabajo sea tranquilo y en realidad que lo es, pero si bien, recomendamos amarrar bien las baterías y no dejar objetos de valor a la vista, es bien difícil poder controlar todo el lugar, incluso las peleas que se forman pasadas las 6 o 7 de la tarde en los restaurantes de venta de bebida alcohólica o quienes llegan por acá en mal estado.