A principios de julio de 2016, el Gobierno Regional y el Grupo Empresa Ferrocarriles del Estado (EFE), firmaron en los terrenos de la Maestranza Chinchorro, lo que en ese momento fue calificado como un histórico convenio de cooperación, mediante el cual durante seis meses se realizaría un estudio que contuviera la localización de los edificios que el Gobierno Regional necesitara emplazar en dichos terrenos, en el marco del "Plan Maestro Chinchorro".

En aquella oportunidad, y tras una ceremonia formal, la entonces intendenta Gladys Acuña especificaba que con ese convenio se buscaba establecer "un modelo arquitectónico y de negocios para emplazar un Barrio Cívico que albergue, entre otros organismos, al Gobierno Regional, al mismo tiempo que recuperaremos este importante espacio para Arica y el país, porque pondremos en valor este patrimonio histórico (ex Maestranza), al mismo tiempo que contribuiremos a fomentar el turismo regional como eje de desarrollo".

Sin embargo, pasaron los seis meses y luego dos años, para que finalmente nada de lo que en ése momento se proyectaba, o más bien se soñaba, terminara en una realidad aunque fuera cercana. El proyecto de Barrio Cívico en la ex Maestranza, del cual incluso había imágenes virtuales, finalmente se diluyó. O eso, por lo menos, es lo que se desprende de los escasos resultados tras una década de intenciones.

El senador Insulza explicó que los planes que había para la ex Maestranza, fundamentales para el barrio cívico, cambiaron y que finalmente no hubo traspaso de terrenos. El seremi de Gobierno también declaró que ya se encuentran explorando otras alternativas más allá de lo que se había pensado con EFE.

A estas alturas, los hechos ponen un punto final a un largo capítulo de lo que parecía ser, por fin, la "casa propia" para el Gobierno Regional. Y no sólo eso, sino que también una propuesta integral de renovación para un sector de la ciudad que hoy simplemente ocupa un espacio de Arica.

El desafío de las autoridades y, en especial para el Estado, está nuevamente dispuesto por el bien de la región.

En 2003 organicé una gira tecnológica para conocer experiencias de gestión, planificación y ordenamiento territorial en comunidades indígenas de Santa Cruz de la Sierra y el Oriente Boliviano. Auspiciada por el Programa Orígenes - Mideplan y coordinada por el Profesor Carlos Choque, la actividad benefició a dirigentes aymaras de la entonces Región de Tarapacá.

De las mesas de trabajo con gestores públicos y representantes indígenas, recuerdo algunas expresiones de mucha actualidad, si las contextualizamos con el denominado "tema mapuche", a saber:

En el oriente boliviano, somos muy diferentes a los qollas del altiplano; no andamos gritando: ¡que compañero!, ¡que los 500 años!, ¡que reivindicaciones de tierras!. Es imposible volver al pasado; ¡no queremos toda la tierra, sólo la mejor tierra! Así, logramos del estado boliviano, la concesión de 3.500.000 hás., para la creación del parque nacional Kaa-iya (uno de los más grandes de Sudamérica); además, que otros 3,5 millones de hás. circundantes, sólo puedan ser adquiridas por poblaciones nativas. En la visita a Kaa-iya, situado en el gran Chaco boliviano, frontera con Paraguay, conocimos el exitoso modelo de gestión socio-ambiental compartido entre el estado boliviano y las comunidades guaraníes, chiquitanas y ayoreas, insertas en el parque. En entrevista con su capitán grande (máxima autoridad indígena de la reserva), se destacaba las negociaciones con la empresa privada, para la extracción de hidrocarburos y del millonario contrato con el estado brasileño, para que un gaseoducto cruzara por su territorio. Todo ello, en armonía con la sustentabilidad ambiental y la debida equidad social.

Las sociedades humanas, evolucionan de bandas, a tribus, señoríos y estados. Los reches, por su condición de tribu, no sabían de tributación, clases sociales, jefaturas, teocracias, asentamientos aldeanos, ni actividad agropastoril. Frente a estas costumbres más desarrolladas, que sí tenían los señoríos aymaras y el estado inka del tawantinsuyo, la única opción era reaccionar violentamente. Insisto, por su condición de tribu, …500 años atrás.