Lo que falta para la convivencia
El reportaje de este domingo publicado por "La Estrella", da cuenta de lo poco preparada que está nuestra ciudad, Arica, para enfrentar las exigencias de la nueva Ley de Convivencia Vial. Como se espera del espíritu de esta norma, el objetivo es regular una buena convivencia entre todos quienes son usuarios del sistema, desde peatones, hasta automovilistas, pasando por los ciclistas y usuarios de los llamados "ciclos", como son definidos por el nuevo marco.
Es por eso que desde una perspectiva vivencial, este Diario decidió conocer cómo funciona en lo práctico la ley en Arica. Hay que tener en cuenta que en el debate hay dos críticas que han asomado con fuerza: una apunta al peso de la convivencia vial que cae sobre los ciclistas, y otra que habla de que se trata de una ley que está hecha a la medida de la Región Metropolitana, y que no considera las particularidades, incluso, de capitales regionales como la nuestra.
La exigencia de circular por ciclovías, en nuestra ciudad, se encuentra de golpe con la escasez de estas vías que apenas pasan los 5 kilómetros y que no alcanzar a cubrir todas las necesidades de desplazamientos.
La de circular por la derecha de la calzada en el caso de los ciclistas, se complica ante la gran cantidad de vehículos que atochan las calles y por automovilistas que, en ocasiones, a bocinazos hacen saber su escasa paciencia por quienes van por dicho carril.
Y la disposición de que los automovilistas mantengan una distancia de al menos un metro y medio de los ciclistas, es impracticable en muchas calles de Arica, debido a los vehículos mal estacionados y los atochamientos.
Por lo pronto, es perfectamente fiscalizable el uso de los elementos de seguridad por parte de los ciclistas, pero hay otros aspectos de esta Ley que en Arica se torna completamente asimétrica, en donde los ciclistas, y hasta los peatones, "llevan las de perder".
Probablemente el panorama cambiaría si efectivamente, los esfuerzos y programas destinados a diversificar la movilidad urbana comenzaran a dar efectos, de esos concretos. Pero en estos momentos, aquello se mantiene sólo en el plano de las buenas ideas.