Las cifras de obesidad de los chilenos aumentan tan rápido que sin darnos cuenta nos hemos transformado en una referencia mundial. Si hasta hace sólo algunos años atrás mirábamos a países como Estados Unidos como líderes en esta materia, hoy estamos ante una realidad abismante que nos ha posicionado al mismo nivel.
El último reporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) mostró esta lamentable realidad. En Chile, un 34,4% de los mayores de 15 años es obeso, lo que nos ubica en el segundo país con mayores índices dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Actualmente, sólo somos superados por Estados Unidos, donde el 40% de su población tiene esta patología.
Pero eso no es todo. La última Encuesta Nacional de Salud también arrojó resultados que nos deben alarmar. Un 74% de los chilenos tiene exceso de peso, un 31,2% presenta obesidad, un 39,8% está sobrepeso, y un 3,2% de ellos obesidad mórbida.
¿Qué estamos esperando? Es la pregunta que debemos hacernos al conocer estas cifras. Actuar es la respuesta más urgente para revertirlas, porque el exceso de peso no sólo nos enferma, también mata. Está comprobado que la obesidad es un factor influyente en el cáncer de mama, de endometrio, colon y próstata. Además, produce enfermedades cardiovasculares y patologías como diabetes tipo 2, que puede generar ceguera, fallas renales, pérdida de extremidades e incluso llevar a la muerte.
Si bien se han realizado medidas como la Ley de Etiquetados, no es suficiente para bajar las cifras a las que hemos llegado. Educar es la palabra clave. Enseñar desde pequeños la importancia de una alimentación equilibrada y tener un plan de alimentación saludable desde los primeros años es lo más recomendable.
Tenemos un gran desafío por delante. Llevar a cabo mecanismos eficientes debe ser un llamado de emergencia para todos los que estamos involucrados en el área de la salud, educación y para el Estado, que debe seguir trabajando insistentemente en generar medidas que, de una vez por todas, impacten a toda la población.
Dra. Eliana Reyes
Nutrióloga Clínica U. de los Andes