El Santo se aferra a un milagro
La próxima semana el tribunal de la ANFP decide sobre el reclamo contra Barnechea por el jugador que estaba suspendido y alineó ante San Marcos.
Si usted cree que San Marcos de Arica está más que sentenciado para jugar el próximo año en la Segunda División del Fútbol Profesional, ponga atención porque los milagros existen.
Ocurre que la dirigencia insistió con su denuncia ante la ANFP para que se objete y por ende castigue al club Barnechea debido a que en su partido con la Celeste del miércoles 24 de octubre, hizo jugar a Roberto Hernández, zaguero que se lució esa noche en el Carlos Dittborn, pero que había sido sentenciado el martes 23 a la suspensión de un partido por acumular su quinta tarjeta amarilla en el torneo de la B.
Ni cortos ni perezosos, como lo dice la frase, la dirigencia volvió a la carga ante el tribunal del ente regulador del fútbol chileno y aunque la sala que vio el caso se declaró incompetente, todo se resolverá la próxima semana.
El reclamo
El reclamo del Santo se basa en el artículo 10 de las bases del torneo de la primera B 2018, el cual señala que un jugador no habilitado para jugar y que lo haga, se sancionará al club infractor y se dará por ganador al contrincante.
Con esto se daría un marcador de 3 a 0 a favor de los bravos.
Como San Marcos empató ese encuentro y sumó un punto, correspondería agregarle dos puntos más y en la tabla final de la B quedaría con 34 puntos, superando a Ñublense que se quedó con 33 unidades.
Por ello, las luces están encendidas en Chillán y permanecen alertas.
La otra parte de la historia es que el Código de Penalidades de la ANFP establece en su artículo 40 que "los fallos que impongan sanciones por las causales que se indican en el Artículo 63º letra A (acumulación de amarillas), no se cumplirán, sino hasta haber transcurrido, a lo menos, dos días contados desde la celebración de la audiencia...". Y entre el castigo y el partido no pasaron dos días.