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Jóvenes ingenieros convierten vidrio en gravilla para piezas de hormigón

Arica Brink Glass es un emprendimiento que busca revalorizar el material a través del reciclaje y su tratamiento.
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Darle un uso sustentable al vidrio desechado es la misión de Arica Brink Glass, emprendimiento impulsado por dos jóvenes egresados de la carrera de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad de Tarapacá.

José Castro y Francisco Fuentes buscaron la transformación del elemento gracias a procesos amigables con el medio ambiente, fomentando así la conciencia ambiental y el reciclaje en la comunidad.

Actualmente, los emprendedores transforman vidrio en gravilla para ser utilizado en pre fabricados de hormigón, chancando el vidrio y luego tamizándolo. La materia prima es así derivada a la empresa Bottai para fabricar baldosas, maceteros, escaños y otro tipo de productos.

En la actualidad, Chile genera alrededor de 750 mil toneladas de vidrio al año. Quinientos millones de envases de vidrio llegan anualmente a los vertederos y se espera que en el año 2020 se sobrepase el millón de toneladas.

"Este fue un desafío porque la mayoría del tratamiento de residuos que se hace en Arica se envía a Santiago, por lo que quisimos revalorizar esto en la región. Queríamos romper con esta idea y no queremos quedarnos solo con el chancado de vidrio, sino que queremos recolectar más productos, por ejemplo, plástico y aluminio", dijeron.

La tesis

Los profesionales comentaron que el proyecto partió a partir de la tesis que tuvieron que realizar para titularse como ingenieros civiles. "Nuestra tesis consistió en la planta de reciclaje de vidrio, la cual gracias a Bottai que nos apadrinó en ese momento, se pudo llevar a cabo. Luego empezamos a postular a diferentes concursos a nivel nacional y así hemos ido aprendiendo. Gracias a un fondo de Corfo pudimos implementar este emprendimiento, dándole un impulso extra", reconocieron.

De esta manera, los ariqueños se propusieron que "si el vidrio va a formar parte del suelo, que fuera de otra forma". Arica Brink Glass fue tomando forma y hoy en día se divide en el servicio de recolección a domicilio; instalaciones de puntos limpios en condominios y juntas vecinales y recolección de residuos en hoteles, pubs y restaurantes.

"Mandar un kilo de cualquier producto a Santiago cuesta aproximadamente 70 pesos y por el vidrio lo máximo que pagan es $45, entonces ya estamos perdiendo al reciclar. Eso lo vimos y nos planteamos cómo revalorizarlo. Así partió esta idea".

José y Francisco destacaron que a través de Arica Brink Glass "estamos entregando un ahorro local en la logística, porque ahora los residuos los gestionamos acá y también damos una solución, porque en Arica nadie más recicla vidrio, esa es la realidad actual y así rompimos el esquema de llevarlo todo a Santiago. Nuestra idea es ser una planta completa de tratamiento de diferentes residuos y eso estamos buscando, con un residuo a la vez".

Los profesionales destacaron que con este emprendimiento 'le dieron con el palo al gato', ya que se presentó la oportunidad de crear su propio negocio. "Supimos ver las oportunidades y eso nos permitió trabajar ahora de manera independiente. Si no hubiese sido así, quizás estaríamos aún buscando trabajo porque hay muchos ingenieros que se titulan anualmente y están cesantes", concluyeron Francisco y José.