La Gobernación de Arica informó que hasta el miércoles por la noche, cuando terminó el largo fin de semana de fiestas patrias, el Complejo Fronterizo de Chacalluta registraba 58.360 personas, totalizando 12.930 cruces más que en el 2017.

Este hecho confirma que este paso, que ahora está integrado con el complejo Santa Rosa, en el lado peruano, es el paso fronterizo más transitado de Chile, y hasta el año pasado, se proyectaba que durante el 2018 los cruces en la frontera se acercaran a los siete millones en total.

Los antecedentes muestran que para miles, hasta para millones de personas, Chacalluta es lo primero que verán de Chile. Es la puerta de entrada al país, el primer rostro, la primera impresión, la bienvenida que se da al viajero que llega por primera vez, o a quienes regresan.

Es por eso que el tema del monumental letrero que daba la bienvenida a quienes llegaban a Chile, y que en estos momentos se encuentra en el suelo, no resulta muy halagüeño para la primera imagen que entrega Chile a quienes ingresan por la puerta norte.

Dicen que las primeras impresiones son las más determinantes. Es por eso que hay quienes han lamentado la situación en que se encuentra este letrero, que fue retirado cuando se realizaron las obras del Control Integrado.

Desde la Gobernación informaron que dadas las características en las que se encuentra la estructura, no es posible volver a instalarla. Claramente es algo que se entiende. Sin embargo, lo que sigue siendo discutible es que permanezca en el lugar la vieja estructura, que finalmente no se volverá a usar.

Es tiempo de comenzar a pensar en Chacalluta como un complejo que además de ser funcional, sea digno de la bienvenida que se da a millones de personas que ingresan al país. Debemos recordar que es la puerta a una región que se plantea turística, como la nuestra.

Es por eso que el paso debe ser, en ese sentido, inspirador. Como una buena puerta de entrada, debe ser un reflejo y una invitación a Arica y a Chile. Existe el compromiso ya de las autoridades por analizar un hermoseamiento armónico del sector. Es algo que, sin duda, se debe hacer.

La Ley 19.496 regula las relaciones entre proveedores y consumidores, y su artículo 3 entre los derechos de los últimos, a la libre elección del bien o servicio, a la reparación e indemnización adecuada y oportuna a la educación para el consumo responsable. El artículo 12 indica que todo proveedor estará obligado a respetar las condiciones del ofrecimiento o entrega del mismo. El artículo 20 señala además de la indemnización por los daños ocasionados, el consumidor puede optar entre la reparación gratuita del bien o previa restitución, su reposición o devolución de la cantidad pagada, entre otros casos, por deficiencias del producto.

El artículo 21 indica que el derecho que contempla el artículo 20 debe ejercerse ante el vendedor dentro de los tres meses siguientes a la fecha de recepción del producto, siempre que no se haya deteriorado por hecho imputable al consumidor. Si se ha vendido con garantía, prevalece el plazo de ésta si fuere mayor. Son responsables solidariamente de los perjuicios ocasionados al consumidor el proveedor que haya comercializado el bien o producto y el importador que lo haya vendido o suministrado. El artículo 23 indica que comete infracción a esta ley el proveedor que en la venta de un bien o en la prestación de un servicio, actuando con negligencia, causa menoscabo al consumidor debido a fallas o deficiencias en la calidad, cantidad, identidad, sustancia, procedencia, seguridad, peso o medida del respectivo bien o servicio.

El artículo 26 previene que las acciones para perseguir la responsabilidad contravencional prescribirán en seis meses, contado desde que se haya incurrido en la infracción, plazo que se suspende cuando dentro del mismo el consumidor interponga reclamo ante el servicio de atención al cliente, el mediador o el Servicio Nacional del Consumidor, según el caso, y sigue corriendo concluida la tramitación de este reclamo.

Y las sanciones impuestas por contravenciones prescriben en un año contado desde que ha quedado a firme la sentencia condenatoria.