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Desde China llegó a enseñar su idioma a los ariqueños

Xu Jie también estuvo en España dictando clases de chino mandarín. La joven realiza clases en el Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás.
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María José Collado Rojas

Dos comidas le han llamado la atención a Xu Jie (23) desde que llegó de China hasta Arica, hace casi una semana. Lo primero, fueron las empanadas, que aprovechó de probar en el mes de esta patria tan lejana. Y le gustaron. Lo segundo, una lasaña que no pasó la prueba. "No me acostumbra el sabor del queso en las comidas", contó en un español bastante entendible.

También en materia culinaria, a la estudiante de Literatura Española, le provocó curiosidad la poca cantidad de verduras que se consumen en la ciudad. Pese a que visitó el Agro y quedó maravillada con la variedad de productos que allí se ofrecen, no entiende por qué somos tan malos para los productos naturales y preferimos el pan.

Xu Jie llegó gracias al Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás a impartir clases de chino mandarín. El idioma es complejo, reconoce, pero así como ella pudo aprender español, los ariqueños también pueden aprender la lengua oriental si se lo proponen y le dedican tiempo y esfuerzo a la práctica, dijo. "Los alumnos quieren aprender de China y para eso estoy acá, para hacer clases", agregó.

Una ciudad pequeña

Antes de llegar a Chile, la joven no tenía idea de este país. Mucho menos sabía de Arica. Sin embargo, al bajar del avión, la familia que la acogió le comentó que era una ciudad pequeña. "Eso me dio esperanza de poder recorrerla a pie, sin auto", dijo.

Hasta ahora ha visitado la playa, el mall y el agro, y reconoce que hay buenos paisajes. "El clima dicen que es más húmedo que en Santiago, pero a mí me parece que es algo seco, aunque me estoy acostumbrando".

Antes de llegar a la zona norte, Xu Jie realizó clases de chino en España, una oportunidad que le ayudó a crecer personal y profesionalmente.

"Lo más difícil del chino es lo oral, que es muy distinto al español. Mis alumnos lo encuentran complicado", manifiesta.

Por otro lado, a la estudiante le llamó la atención ver las decoraciones con motivo de las Fiestas Patrias, situación que en su país de origen no se ve. "Algo sé de estas fiestas. En China no ponemos adornos con banderas, pero aquí se puede, por lo que siento la felicidad de esta fiesta y como los chilenos aman a su patria", expresó.

El hecho de haber vivido en España le permitió familiarizarse con ciertas costumbres latinas y comidas típicas. "Ustedes al igual que en China, comen harto arroz y fideos", comentó.

Xu Jien finalmente invitó a los interesados en aprender su lengua, a sumarse a los cursos en dos modalidades: introductorio gratuito y básico, los que se dictan en la Universidad Santo Tomás.