El hombre que une el ajedrez con la historia
El ariqueño Gerardo Hernández difunde el ajedrez y los libros de historia en las escuelas de localidades rurales y entre las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas.
Recorriendo las más alejadas localidades de los valles de Lluta y Azapa, particularmente visitando las escuelas, se le ve al Maestro Nacional de Ajedrez, Gerardo Hernández Anderson.
Con sus tableros de ajedrez y libros de historia se ha fijado como misión difundir entre los escolares el deporte ciencia y la relación que esto tiene con las matemáticas.
Pero este ariqueño neto no se queda corto y en estas difusiones apoyado por la UTA, también suele llevar parte de una valiosa colección de libros de historia, cumpliendo dos objetivos con los estudiantes; enseñar el ajedrez y la historia nacional.
Recientemente, ampliando su labor y con ocasión que la Gobernación Marítima abrió sus puertas para que el público visitará sus dependencias y pudiera en el patio interior observar diversos puestos con instalaciones y muestra de las diversas actividades que realiza la Armada, estuvo presente también Hernández Anderson junto a un puesto especial del Servicio Militar de Chile.
Hernández desde hace varios años lleva la difusión del ajedrez, con charlas motivacionales y simultáneas de ajedrez a los establecimientos educacionales de Arica.
Asimismo, desde el 2015, el Maestro Hernández está realizando una campaña de difusión en las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y por dicho motivo, la Armada de Chile, por segundo año consecutivo, lo invitó.
Importancia de la historia y ajedrez
Allí, aprovechó la oportunidad de brindar sus conocimientos sobre la importancia del ajedrez en la educación y los beneficios que lleva consigo su práctica.
De la misma manera pudo brindar conversaciones sobre un tema que le apasiona como historiador autodidacta, como lo fuera su abuelo el historiador y periodista, Roberto Hernández Cornejo, director del diario la Unión de Valparaíso, director y fundador de la Biblioteca Santiago Severín, y autor de innumerables obras de gran valor histórico.
Gerardo Hernández por "herencia de sangre", sigue los pasos de su abuelo paterno y se declara como experto en la historia mundial del ajedrez y la Historia de Chile, especialmente en relación al tema de la Guerra del Pacífico.
Por ello, aprovechando la invitación de la Armada de Chile, llevó parte de su biblioteca de ajedrez y una serie de libros muy interesantes sobre la Historia de Chile, La Guerra del Pacífico y La Revolución de 1891 lo cual fue muy grato e interesante para los visitantes, en especial para el personal de las Fuerzas Armadas de Chile.
Sobre esto, el ajedrecista comentó "cómo se relaciona la estrategia del ajedrez con el principio maestro de la guerra".
Manifestó que "la estrategia es el principal vehículo para el éxito en un mundo competitivo, se refiere a un plan de acción diseñado para alcanzar una meta particular, distinto de la táctica, que se ocupa de la conducta de un compromiso, mientras que la estrategia se refiere a cómo se relacionan los diferentes compromisos".
La estrategia
Para el Maestro Nacional de Ajedrez, el desarrollo de la implementación de la estrategia es un proceso creativo y "ya se trate de una verdadera guerra, un partido, o una batalla de ajedrez, se requiere un marco para dar forma al proceso de pensamiento del estratega".
Incluso, hace un parangón señalando que los principios de la guerra proporcionan tal estructura que se puede ver que se aplican muy bien al ajedrez.
"Primero está la selección y mantenimiento del objetivo; luego el mantenimiento de la moral; la acción ofensiva y luego la seguridad".
También, afirma que hay principios que se aplican en ambas áreas.
Entre esos está la sorpresa, concentración de fuerzas, economía del esfuerzo, flexibilidad, la cooperación y la sustentabilidad.
"Una vez comprendido, los principios de la guerra pueden ser utilizados como una ayuda en la toma de decisiones durante la formulación, planificación y ejecución de la estrategia", acota.
Pero, a su vez, Hernández concluye que "la diferencia del ajedrez con la guerra real, es que no hay muertos ni heridos, solamente el sabor de una derrota momentánea, que pronto puede ser superada con la oportunidad de un nuevo juego y lo más importante es hacer pensar al individuo por sí mismo".