Partió como un insólito anuncio el jueves 26 de julio y terminó por hacerse realidad este fin de semana recién pasado, con sede en el vertedero municipal.

A las 3 y media de la tarde del sábado, cerca de 20 mil litros de alcohol fueron destruidos por un bulldozer, luego de ser trasladados desde la Dirección de Crédito Prendario (o Tía Rica), desde donde varias botellas estuvieron depositadas incluso por ocho años en cuatro bodegas.

Ahí se fueron una cantidad indeterminada de latas de cerveza, como también botellas de vino, pero al mismo tiempo, hubo espacio para la destrucción de licores de alto valor, como Johnnie Walker Etiqueta Negra, Jaggermeister y exclusivos piscos y vodkas cuyos valores superan los 30 a 40 mil pesos en el mercado.

La normativa obedece a los Juzgados de Policía Local, quienes emanaron la orden de destrucción por no contar con la documentación o ser parte de un decomiso por infracción a la Ley de Alcoholes o a la de Aduanas.

¿Ahora por qué no se rematan? "Porque se trata de licor de dudosa procedencia. Hace un par de años lamentamos una muerte, por ingerir una botella de destilado que mantenía droga en su interior. Por eso la orden de no rematarlos y de destruirlos", explicó Marcelo Cortés, administrador de la Dicrep.

En tanto, el seremi del Trabajo, Juan Manuel Carrasco, explicó que "esto permitió destruir alcohol que se encontraba almacenado por más de 8 años y que ciertamente era un peligro para la población. Ese hito marca un precedente, puesto que nos encontraremos en constante coordinación con los juzgados de policía local, con el fin de que esta situación no vuelva a ocurrir", dijo.