Secciones

Llegó el film que deja a Tiburón como un pececillo de acuario

La película se estrenó hoy en Arica, pero antes fue vista en exclusiva por los socios del Club de Lectores de La Estrella en avant premiere.
E-mail Compartir

Lo que la noche del martes vieron en exclusiva 150 socios del Club de Lectores de La Estrella, en la Avant Premiere de Megalodón en Cinemark, fue comida rápida para los ojos.

La receta es simple y efectiva: Se llena una cacerola hasta la mitad con Tiburón, se le agrega un cuarto de Jurassic Park, un octavo de Duro de Matar, unas rebanadas de la estética de Avatar, una pizca de humor, una niña de 8 años con pinta de 5 y actitud de 10, un par de rostros conocidos y un toque de alusiones románticas. Se mezcla todo y se cocina a fuego intenso, sin dejar de revolver.

El resultado es un par de minutos de reflexión sobre lo funesta que es la intervención del hombre en la naturaleza y 110 minutos de acción que se pasan volando (o más bien nadando).

Fórmula segura

El guión sigue una fórmula bien probada desde la cinta original de King Kong.

Un grupo de científicos, financiados por un multimillonario de oscuras motivaciones y pocos escrúpulos, trabaja en una supermoderna estación oceanográfica, desde la que se sumergen para descubrir un ecosistema oculto en lo más profundo de la Fosa de las Marianas.

Allí se encuentran con un montón de especies nunca antes vistas por el ser humano, algunas de ellas verdaderos fósiles vivientes.

El problema surge cuando, sin querer, abren un paso a mar abierto para un par de monstruosos tiburones prehistóricos, capaces de almorzarse sin esfuerzo una ballena azul y quedar pidiendo el postre.

Los hambrientos animales empiezan así a arrasar con todo lo que nada, flota o bucea y los investigadores, seguros de que nadie los va a felicitar, recurren a un veterano buzo y submarinista, que pasa los días en un alcohólico retiro en Tailandia, para que los ayude a capturar o matar a los megalodones.

Cualquier otra revelación cabría en la categoría de spoiler, baste decir que en el proceso derramarán sangre, sudor y lágrimas, pero sobre todo sangre y que las piruetas, disparos, explosiones y efectos visuales se suceden dejando apenas uno que otro respiro para comer palomitas.

La cinta es protagonizada por Jason Statham, conocido principalmente por su participación en las cintas de El Transportador y la serie de Rápido y Furioso, quien en la vida real es un experimentado buzo.

En el elenco también llama la atención la presencia de Masi Oka, el japonés que congelaba el tiempo en la serie de TV Héroes, al que en esta oportunidad el guión no le dio mucho tiempo para desplegar sus habilidades cómicas.

Si entre los 70 y los 80, Tiburón dio pie a tres secuelas, Megalodón dejó todo listo para una segunda parte, en la que se agradecería más preocupación por la banda sonora y, sobre todo, un mayor desarrollo del papel del villano, que en esta entrega resulta francamente opaco. Si los realizadores lo logran, capaz que haya en el vasto océano cinematográfico espacio para un Megalodón 3.