Secciones

El "City Tour" ariqueño en la semifinal de Rusia 2018

Rubén Saavedra e hijo viajaron a Rusia tras seis años de preparación para cumplir un sueño: volver a ser testigo de un mundial luego de 56 años, cuando Arica fue sede de un partido de la URSS.
E-mail Compartir

Alfredo Sanhueza V.

No le importó que Chile no clasificara, que fuera en una complicada época para vacacionar ni que su destino estuviera a más de 12 mil kilómetros de distancia, ya que Rubén Saavedra, un ariqueño que asistió al mundial de Rusia 2018, pretendía disfrutar del gran evento desde el 2012, cuando se cumplieron 50 años del campeonato del 62.

"Estaba motivado desde el año 2012 al cumplirse 50 años del mundial de Chile, siendo Arica subsede donde participaron Rusia, Uruguay, Colombia y Yugoslavia.

Además que soy un seguidor de Lev Yashin, arquero ruso y el mejor de la historia del fútbol. Conseguir las entradas fue una odisea, pero las compramos y aquí esperamos la finalización del mundial 2018. Mi sueño de unir el mundial de Chile de 1962 y el de Rusia 2018, es una realidad" narró desde el otro hemisferio del mundo, donde espera que llegue el fin de semana para los dos partidos que darán conclusión a la Copa de la FIFA y a su aventura.

Así, el gran viaje de Saavedra tomó forma durante seis años, donde fue ahorrando con el apoyo de su esposa Vilma Torlaschi e hija, con lo que incluso pudo invitar a su hijo Rubén Saavedra Torlaschi, siendo una travesía de padre e hijo que no solo incluyó al fútbol, sino que aprovecharon de cada atracción turística con la que pudieron toparse entre las dos principales ciudades a las que visitaron: San Petersburgo y Moscú.

"Rusia es un hermoso país marcado por lo arquitectónico, cultural e histórico, está todo muy bien organizado y su gente es muy amable.

Eso que las rusas no sonríen, puede ser un mito, varias al mirarlas han reído e incluso me han llamado para sacarse una foto", comentó Rubén padre de algunas de las curiosidades que encontró al pasear por las calles, aunque cuando se trata de los hombres, agregó que "el varón es un poco hosco y por eso debe ser que a las rusas les atrae el latino, y si es moreno mejor", concluyó.

Turisteando

Por su paso por Moscú, la Plaza Roja, el Kremlin, la Catedral de San Basilio, la estatua de Lenin y la de Marx fueron visita obligada para la dupla, "visitamos lugares naturales como el río Moscova, además del Mercado Izmailovo, con mi hijo fuimos a la semifinal entre Croacia e Inglaterra en el Estadio Luzhniki de Moscú y a la semifinal de Francia y Bélgica en el Zenit Arena de San Petersburgo, ciudad donde también estuvimos en el Palacio de Invierno y su plaza, cuna de la Revolución de Octubre de 1917 y en el río Neva", agregó.

Entre las horas en que no se dedicaban al fútbol, los locales incluso decidieron dejar espacio para la cultura, siendo parte del público de la ópera Boris Godunov en el teatro Bolshoi, además del ballet Manón en el Teatro Académico y de Música de Moscú.

Por otro lado, Rubén también relató que "en Rusia hay mucho cariño por Chile, en varias oportunidades nos llaman y nos dicen Chi-Chi-le-le, y nos piden sacarnos fotos; llevo puesta una camiseta de Chile. Una noche, dos obreros que pasaban por la calle nos vieron y nos dicen : Oh, Chile: Salvador Allende y Víctor Jara".

Nostalgia por el fútbol

El profesor titulado en Ciencias Naturales fue uno de los ariqueños que pudo ser testigo de lo que fue el mundial en su natal Arica, evento al que asistió con 12 años y que desde ese momento admiró al guardameta de en ese entonces la URSS, a quien apodaban "la araña negra", época en la que la antigua potencia mundial estaba en su apogeo futbolístico siendo el campeón de Europa en 1960.

Ahora, ya siendo testigo de las semifinales entre Francia- Bélgica e Inglaterra- Croacia, el panorama cambió mucho, donde la antigua Unión Soviética es un recuerdo histórico y los rusos ya no dan tanta lucha en el fútbol, siendo reemplazados por una sólida Francia y una apasionada Croacia, "nos alistamos para asistir a San Petersburgo a ver el partido por el Tercer Lugar y el domingo 15 de julio, a la gran final entre Francia y Croacia en el Luzhniki de Moscú.

A mi me gustó mucho el partido de Croacia con Inglaterra, fue entretenido y emocionante de principio a fin.

Se fueron a tiempo de alargue y con barras que alentaron durante todo el partido; los ingleses se caracterizan por sus cantos y gritos. Era un verdadero carnaval de alegría, que solo el fútbol entrega", comentó.

Ya habiendo cumplido la mitad de su sueño, el académico espera regresar a Chile con mucho más que contar, habiendo visto dos mundiales separados por 56 años y dejado más de un recuerdo en Rusia, ya que incluso familias locales les solicitaron sacarse fotos con los chilenos.

Por último, Rubén Saavedra quiso acotar un último análisis a Rusia, comentando que "tema aparte, el metro de Moscú, más que metro es un monumento a la cultura arquitectónica", recordando la visión que se tiene del metro que hay en Chile.