Ayer, se realizó la audiencia de preparación de juicio oral del caso de un joven que fue secuestrado, golpeado y rociado con bencina. Además, pidieron a su familia un rescate de 2 millones de pesos.

El acusado Edher D.Z. estuvo sentado en el banquillo de los acusados con el chaleco amarillo con la sigla imputado, ya que se encuentra privado de libertad en la Cárcel de Acha desde el 5 de enero de este año, donde permanece con la medida cautelar de prisión preventiva.

Los hechos

Según los antecedentes de la acusación que presentó la Fiscalía, el hecho ocurrió el 28 de agosto de 2017, cuando el acusado, junto a otros sujetos, a eso de la medianoche acordaron secuestrar a la víctima y luego la subieron a una camioneta.

Según los antecedentes de la investigación, los sujetos iban con los rostros cubiertos y con armas de fuego en sus manos, comenzando así a transitar por diversas calles de la ciudad, solicitándole dinero a la víctima en todo momento. El afectado dio el nombre de un amigo que podía ayudarlo y lo trasladaron a dicho lugar. Como no salió el amigo, los sujetos dispararon en cinco ocasiones en el frontis del inmueble, quedando evidencia balística en el lugar.

La acusación, también señala que en el trayecto comenzaron a agredir físicamente al joven, dándole golpes en diferentes partes del cuerpo, principalmente en su rostro y cabeza; además le rociaron combustible en todo su cuerpo y ropas, amenazándolo con prenderle fuego.

Luego la víctima les mencionó que él podía solicitarle dinero a un familiar; hizo un llamado y lo obligaron a pedir 2 millones de pesos. En una caja vecina le depositaron la suma de 500 mil pesos a nombre de uno de los secuestradores, quien entregó su cuenta RUT. Luego la víctima fue liberada en calle Borgoño, donde le dispararon en su mano izquierda, resultando con herida de bala de carácter grave en esa extremidad, además de una herida en el cuero cabelludo.

Pruebas

Ayer, el abogado particular del representado solicitó al tribunal dejar sin efecto como prueba las imágenes de una cámara de seguridad y pidió incorporar un informe del perito SIP de la Tercera Comisaría sobre el sitio del suceso; además de la evidencia del organigrama, donde el abogado expuso que se da a conocer la forma que operaron y en la que no saldría su representado.

En tanto la fiscalía presentará como prueba material la copia del detalle de transferencia electrónica, la boleta de la Caja Vecina, la cual fue encontrada en el auto en que trasladaron a la víctima, además de los informes realizados por Labocar y la Sección de Investigación Policial SIP, así como declaraciones de testigos.

15 años está solicitando, como pena la Fiscalía en contra del único acusado.

Debajo del asiento número 63 de un bus interurbano, Carabineros del OS-7 incautó más de 4 kilos de clorhidrato de cocaína, tras fiscalizar una máquina que se dirigía rumbo a la ciudad de Santiago.

La droga que iba oculta en una caja metálica y que simulaba ser parte de la estructura del bus, contenía cuatro paquetes tipo ladrillo, los cuales al ser sometidos a la prueba de campo, arrojaron un total de 4 kilos 300 gramos de clorhidrato de cocaína, logrando retirar de circulación 21.500 dosis de droga, avaluadas en 107 millones de pesos.

Tras una exhaustiva investigación a los perfiles de los pasajeros, personal de esta unidad especializada pudo establecer además la identidad del propietario de la caja metálica, que resultó ser un hombre de nacionalidad peruana, quien fue detenido en el control carretero de la localidad de Cuya.

El fuerte olor a químicos delató a un extranjero, que sin documentos ni permisos, trasladaba un total de 35 baterías.

El hecho ocurrió en el sector de Puerta de América, cuando Carabineros de la Sección de Investigación Policial SIP de la Cuarta Comisaría Chacalluta, detuvo a un ciudadano peruano que intentaba salir rumbo a Tacna con su vehículo cargado de baterías en desuso y las cuales expelían líquido y un fuerte olor a químico.

Según antecedentes del caso, el hecho quedó al descubierto en el momento que personal policial realizaba un patrullaje preventivo, y fiscalizó al extranjero, quien portaba en el asiento del copiloto, en los espacios traseros e incluso en el maletero del vehículo, un total de 35 baterías de vehículos, de diferentes marcas y modelos, las cuales pretendía comercializar en la vecina ciudad, razón por la cual fue detenido, quedando a disposición de la Fiscalía, al igual que la carga y el vehículo.