La Reina que ganaba menos que el príncipe
Hace un tiempo llamo mí atención una polémica noticia sobre la actriz principal de una conocida serie cuya interpretación de la Reina Isabel le valió un Globo de Oro, y que, sin embargo, recibió por su trabajo un salario inferior al de su compañero de elenco, el príncipe, las críticas no se hicieron esperar, y es que no hay que ser feminista para "detectar" cierta injustificada asimetría en esta y otras situaciones similares y en Chile, el tema no es desconocido. Según los datos del INE las mujeres ganan entre un 15% y un 30% menos que los hombres por las mismas labores, sin que existan diferencias objetivas que justifiquen la brecha, como lo serían, por cierto, la mayor capacitación o experiencia; no, me refiero a "la diferencia" infundada, aquella basada en factores como la valoración cultural del trabajo de la mujer, por ejemplo, percibido como "menos comprometido" aunque se esfuerce, pues ésta, ha asumido un rol en lo familiar que no se le atribuye a los hombres y que conlleva otras responsabilidades. Afortunadamente estas concepciones han comenzado a cambiar y hoy gozan de menor complicidad social, y aunque esto es positivo, lo que parece no serlo tanto, es el que los cambios normativos no hayan ido a la velocidad de las necesidades, así, el Convenio 100 de la OIT del año '51, primer instrumento en consagrar la igualdad de remuneración para el trabajo de hombres y mujeres, no fue ratificado por Chile sino hasta el año '71. Sólo 67 años más tarde, durante el 2009, se dictó la ley que consagra, internamente, el derecho a la igualdad salarial, modificando el Código del Trabajo, entre otras normas (Ley N° 20.348) pero sus resultados, la verdad, han sido muy pocos, pese a quedar sometidas al procedimiento prioritario de tutela laboral, las denuncias por desigualdad salarial son escasas, a esto, sin duda, contribuye la falta de un procedimiento de obtención de información salarial comparable. Esperablemente el nuevo proyecto de ley que hoy se tramita, termine su discusión con un contenido de real utilidad al momento de poner fin a la incomprensible y añeja desigualdad salarial entre hombres y mujeres.