La selección de Alemania fue bendecida ayer por la derecha mágica de Toni Kroos, quien clavó un tiro libre en el último aliento para vencer 2-1 a Suecia y mantenerse con vida en el Mundial de Rusia.

Con su exquisita pegada al palo izquierdo del arquero Robin Olsen, el volante del Real Madrid dio vuelta un resultado en un partido en el que el último campeón del mundo coqueteó con la eliminación por una tarde de esfuerzo y sacrificio ante Suecia.

Alemania, que venía de una derrota 1-0 ante México, sumó sus primeros tres puntos en el Grupo F, y comparte la misma cantidad de los suecos. Los mexicanos, que más temprano vencieron 2-1 a Corea del Sur, lideran la llave con seis unidades. Los asiáticos quedaron eliminados.

A los 32 minutos, el delantero Ola Toivonen le puso broche a un letal contragolpe sueco que nació tras una mala entrega de Kroos. El goleador paró el balón con el pecho y ante el cierre de Antonio Rudiger definió de derecha sobre el arquero Manuel Neuer, abriendo así la cuenta.

El equipo de Joachim Low, con cuatro cambios respecto del plantel que cayó ante México, salió del frío en el arranque del segundo tiempo. Timo Werner desbordó por la izquierda, tiró un centro rasante y Marco Reus definió de zurda para poner el 1-1 a los 48 minutos. El tanto puso final al invicto de Olsen, quien llevaba más de 500 minutos sin recibir goles en la selección.

Tras el empate, Alemania afrontó una situación idéntica al primer partido. Presión asfixiante sobre el rival, seguida de varias ocasiones de gol desperdiciadas. Y enfrente un rival dispuesto a liquidar el pleito de contragolpe.

El panorama empeoró para los cuatro veces campeones del mundo a los 81' cuando fue expulsado el defensor Jerome Boateng. Pero otro final estaba escrito: Kroos bajó el telón con fenomenal el tiro libre destando el delirio.