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El suboficial más antiguo y sus recuerdos al llegar al tope de su carrera

Pedro Badilla es el más antiguo de la Guarnición del Ejército Arica. En su carrera tuvo la oportunidad de desarrollar distintas labores como misiones de paz y docencia de paracaidismo.
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Rose Marie Pineda Q.

Ingresó al Ejército a los 19 años y luego de cumplir el Servicio Militar en el Regimiento Guardia Vieja sintió el deseo de seguir la carrera de las armas.

Pedro Badilla Loyola, suboficial mayor de la Brigada Motorizada N° 24 "Huamachuco" es la primera generación de militares de su familia. Llegó a Arica el 2015 , luego de desarrollar su carrera en la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales en Santiago, donde estuvo 17 años.

"Dios mediante tuve algunas aptitudes que me ayudaron a lograr convertirme en jefe de salto, paracaidista experto, realizar el curso de Tierra, Aire y Mar y ser docente además en la escuela de formación de paracaidismo, donde pasé muy buenos momentos".

El suboficial cuenta además que, en sus 35 años de carrera, ha tenido la suerte de estar en dos oportunidades en operaciones de paz en Haití. La primera en 2004 y luego en 2007.

Sobre estas misiones recuerda que "lo primero que impacta al llegar a Haití es la pobreza. Uno tiene un concepto de pobreza muy distinto al de allá. El no contar con luz, agua, y tener que recorrer grandes distancias para encontrar cosas cotidianas hace que uno valore mucho más la vida en Chile y sobre todo la familia. Por ejemplo, ver cómo se vende la carne en carretillas y ahí mismo se troza es algo que a uno le impacta. En general, la forma de vida en Haití es muy distinta a la de Chile, pero a pesar de las necesidades que tienen, los haitianos son personas muy alegres, que no ven lo que les falta sino que lo que tienen. Son muy humildes".

Entre las tareas que tenía en Haití como parte de la misión de paz era realizar patrullajes de seguridad y control de las personas. En su primera misión estuvo en Puerto Príncipe 3 meses y luego en Cabo Haitiano 6 meses.

Durante su exitosa carrera militar, también estuvo en México en 2011.

"El ejército me premió y estuve en una agregaduría militar en el DF. Fue una experiencia extraordinaria porque uno tiene la oportunidad de irse con la familia. Mi esposa y mis hijos son un gran apoyo para mí y al tenerlos cerca uno está más tranquilo".

Luego llegó a Iquique y de ahí fue trasladado a la Guarnición de Arica. Sobre su llegada a la región asegura que es acá donde quiere radicarse luego de terminar su carrera y jubilarse.

"Ya soy fanático de San Marcos y me gusta mucho esta ciudad. Es tranquila, todo es relativamente cerca y tiene un buen clima, a mis hijos les gusta y por eso quiero quedarme acá".

Sobre el grado de suboficial mayor explica que es el último grado y uno de los más importantes por la responsabilidad que se debe tener para llegar a este grado. "Se forma una comisión especialmente para la selección de quienes pasen a suboficial mayor, donde las exigencias son variadas como mando, liderazgo, conocimientos profesionales, ética, probidad y una serie de otros elementos".

Agrega que esta semana se desarrolló la semana de aniversario de los suboficiales mayores y que entre sus actividades estuvo visitar la escuela F-22 y regalarles platillos y baquetas a los alumnos, ya que ellos son padrinos de esta institución.

Ayer fue el Día del Suboficial Mayor y se celebró con un encuentro de camadería con los funcionarios activos y jubilados.