Cerro Alegre ahora también es más dulce gracias a ariqueña
Pilar pulido estudió Gastronomía Internacional en Arica y mientras buscaba el rumbo a su vida encontró un local de caramelos que rescata las recetas de las abuelas. Hoy es la dueña.
Unas hormiguitas pintadas en varias calles del Cerro Alegre en Valparaíso han llamado la atención de varios, quienes sin querer queriendo terminan en la puerta de un local muy particular "La Dulcería", lugar donde el colorido, sabor, aroma y diseño se han unido para rescatar las recetas antiguas de las abuelas a la hora de fabricar caramelos.
La tienda es todo un lugar de ensueño para algunos, por eso cuando Pilar Pulido pasó por ahí, decidió que ese era el rubro en el que debía trabajar, por eso hoy es una de las socias y dueñas de este emprendimiento que endulza a los porteños y evoca recuerdos de antaño en otros.
La historia de esta joven se inicia en Arica, cuando termina sus estudios de Gastronomía Internacional en Inacap el 2016. Allí tras obstener su título, emprendió un viaje rumbo a Valparaíso en busca de nuevas oportunidades, las que encontró en una heladería. Sin embargo con el pasar de los meses sintió que el rubro no era para ella. Por eso un día, al pasar frente a una dulcería llena de colores y diseños, no lo pensó dos veces y postuló al cargo de caramelera con éxito. La joven ariqueña sintió que estaba en el lugar que siempre había soñado.
"En 2017 ingresé a trabajar en La Dulcería, allí empecé como caramelera, pero con el pasar de los meses aprendí del negocio y ahora soy socia, jefa y administradora de este local, que fue creado hace 5 años por Angela Alfageme, una joven chilena que rescató las recetas de los caramelos que hacían las abuelas y que hoy se pueden ver en nuestro local", contó Pilar,
Como su socia vive en España, la joven ariqueña es la encargada de echar a andar el negocio en Cerro Alegre, sin embargo Angela es la encargada de diseñar los caramelos y darles ese toque de personalidad a cada uno.
"Aquí los caramelos se hacen a mano, porque no se usan máquinas industriales, por eso la gente valora mucho el trabajo que hacemos aquí porque no solo pueden disfrutar de los caramelos, sino que también pueden ver cómo se hacen", contó Pilar.
La joven para no olvidarse de su natal Arica ha incorporado algunos sabores nortinos a sus dulces, tales como la maracuyá, mango e ingredientes como la quínoa inflada que son utilizadas para hacer calugas.
"La gente puede disfrutar caramelos muy tradicionales como los de anís con rayitas, violetas, hasta los más novedosos como los de canela picante, arroz con leche, coca-cola-ron, leche asada, romero, bergamota entre otros sabores, porque hay varios", aseguró Pulido.
En cuanto a las hormiguitas pintadas en las calles, Pilar cuenta que es el sello escogido por Angela, debido a que representa el trabajo en equipo que se realiza en La Dulcería. Y también porque estos insectos siempre encuentran el azúcar, así como lo han encontrado varias personas siguiendo este caminito que da directo al local.
Este emprendimeinto liderado por esta ariqueña ha diversificado sus oferta en sabores y diseños, por eso sus dulces van variando según la temporada y fechas especiales que surjan en el calendario.
"Por ejemplo en otoñ hacemos hartos caramelos de hojitas, en verano de Bob Esponja, invierno gotitas de lluvia o tazas de café y en primavera muchas flores. Pero también hacemos dulces para veganos y otros sin azúcar", comentó.
Los planes a futuro de esta ariqueña que encontró su lugar y trabajo favorito en los dulces, es seguir en la búsqueda de nuevos sabores y formas.
La idea es llegar a regiones para endulzar con los caramelos de la abuela.