Valeria Barahona
Un cuerpo suave y tibio que cabe en la mano de un niño, junto a un inacabable piar, convierten a los pollitos en una posibilidad irresistible como mascota. "Mis hermanos los traían de las fiestas del colegio, tuvieron varios, se morían siempre", recuerda Fernando Claro, autor del libro "Geografía de pájaros", quien ahora dedica buena parte de su tiempo al cuidado de las aves, por lo que él y otros expertos entregaron datos para evitar la muerte de estos pequeños seres y el trauma que podría generar en los niños.
La primera consideración es darles el espacio necesario: "Yo diría que son 100% traspatio... A menos que crees un ambiente, pero necesitan espacio. Esto significa que para departamento no lo recomiendo", dice la veterinaria Millaray Melin, quien crió un pollo desde el huevo, ya que un ramo de la universidad se lo exigía.
"Pollollo" murió de viejo, es decir, alrededor de los 10 años, cuenta.
Otra recomendación importante, a juicio del veterinario Juan Ignacio Rica "es que se lleven de a dos o tres porque se abrigan entre ellos", ya que el plumaje de la gallina puede alcanzar hasta 41°C durante las primeras dos semanas de crianza, cuando el pollito pasa más tiempo bajo su madre.
Temperatura
Luego, la pequeña ave comienza a explorar más allá del nido donde quebró el huevo, valiéndose de su reserva energética, el saco vitelino que poseen todos los seres nacidos de huevos. Éste cúmulo de proteínas dura "cerca de una semana", detalla Rica, momento en que los pollitos son llevados a la venta.
"Las primeras dos semanas lo más delicado es la conservación de la temperatura, porque, como no hay mamá, uno tiene que hacer un corralito circular y poner una luz (ampolleta) infrarroja, de las que venden en las ferreterías", añade el veterinario.
En el mercado también existen ampolletas de cerámica que irradian sólo calor y son ocupadas para la crianza de reptiles, lo cual permite al pollito un correcto descanso, porque "tiene que sentir que está atardeciendo", complementa Rica, debido a que este tipo de ave "se acuesta" al bajar la intensidad de la luz. De allí proviene el dicho que "se acuesta con las gallinas".
El primer corral
El corral o espacio donde vivirá el o los pollitos durante sus primeros días, bajo el calor del foco, debe estar acorde al espacio que este ilumina o entibia, para que se sienta como si estuviera bajo la gallina.
Es recomendable que éste tenga forma circularo al menos "sin esquinas, porque si (son varios y) se pone uno en una esquina, después se empiezan a subir uno encima del otro y el de abajo no puede respirar", agrega Rica.
La alimentación
Cuando la energía del pollito disminuye, es momento de empezar con la alimentación a través de "maíz y diferentes semillas naturales, que se pueden comprar en los mercados", dice Claro.
Estos granos deben ser bien molidos, casi en forma de polvo.
El crecimiento del ave determina el aumento del tamaño de su comida, hasta llegar al grano de maíz entero, por ejemplo.
Esto puede ser complementado con "pastos también, como alfalfa", dice el criador de pájaros.
Para la pequeña ave de corral todo suma, explica Melin, quien recomienda agregar a la dieta "gusanos, legumbres, ya que hasta los minerales del suelo ayudan a su crecimiento".
"adolescencia"
Una vez que el pollito ha sobrevivido a la etapa formativa, hay que tener en cuenta "si es gallo o gallina, porque es muy diferente", dice Melin.
"Los gallos cantan desde temprano, mi vecino no lo apreciaba mucho, por lo que a 'Pollollo' le hice una caja grande para que durmiera y no le llegará luz temprano, mientras que las gallinas son más fáciles de criar: hacen sonidos, pero nunca tanto como un gallo", recalca.
"(Los pollos) necesitan espacio. Esto significa que para un departamento no lo recomiendo (...). Los gallos cantan desde temprano, mi vecino no lo apreciaba mucho"
Millaray Melin,, veterinaria"