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"Karadima sí causó daño a la iglesia, no se puede interpretar de otra manera"

El religioso dio a conocer los motivos que llevaron a todos los obispos a presentar su renuncia ante el Papa Francisco.
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Alejandra Solis Araya

El obispo de Arica, Moisés Atisha Contreras, llegó de Roma a las 19 horas del sábado y ayer ofició la misa "el don del Espíritu Santo Pentecostés" en la Catedral San Marcos. El monseñor continúa en su cargo, debido a que el Papa Francisco aún no ha tomado una decisión respecto si acepta, confirma o cambia a los representantes de cada Diócesis.

Ayer, a las 11 de la mañana monseñor Atisha habló de su encuentro con el Papa Francisco. Contó que se juntaron cuatro veces en jornadas que no superaban los 45 minutos; comentó que en dichos encuentros el Santo Padre les leyó íntegramente un documento de 10 páginas.

"El Papa nos acoge y nos invita a escuchar una reflexión de él respecto a que hay una iglesia que vive un momento de crisis, Las razones: la iglesia no terminó de colocar permanentemente al centro a Jesucristo y comenzó a mirarse a sí misma".

-¿Usted qué sintió en ese momento que el Papa daba a conocer esta crisis en la iglesia?

-Uno siente el impacto de la mirada, aun cuando uno podría decir que uno llega después del tema. Yo llegué a ser obispo en estos últimos tres años. Uno podría decir esto no me toca.

-¿Qué los motivó como obispos a presentar todos la renuncia ante el Papa?

-Cuando recibí la carta en abril, comencé a vislumbrar que para estar en el camino de las soluciones había que dejarle absoluta libertad al Papa y darle todas las facilidades para que él pudiese tomar las medidas que estimara conveniente. Ya algunos nos fuimos desde Chile dando vueltas a la idea de presentar la disponibilidad absoluta al Papa. En la conversación y en la reflexión otros empezaron a sumarse, y lo que uno libremente le fue planteando al Santo Padre, le fue expresando que le dejaba esa disponibilidad. Lo que hicimos después fue formalizarla materialmente.

-¿Qué pretendían ustedes como obispos demostrar con esta decisión?

-Una de las acusaciones que se nos hace como iglesia es que uno está aferrado al poder y que defiende su pequeña parcela. Un acto de dejarle al Papa nuestros encargos pastorales está en la más absoluta disponibilidad para que él vuelva a decir a quién va a confiar el pastoreo en cada Diócesis. Es un acto de desprenderse también del poder. Los que estamos allí no estamos defendiendo cuotas de poder .

- ¿Usted cree que esta señal se entendió en la comunidad, que están asumiendo los actos de abuso sexual?

-Se asume solidariamente. Como iglesia no supimos, no pudimos a pesar de que se hicieron acciones, se aplicaron decisiones que pensábamos que iban en el camino de reparar y de curar las heridas que se habían abierto por los casos de abusos; eso, lo que nosotros planteamos, no dio todo el resultado, no fue todo lo contundente para hacerlo. La entrega a esta disponibilidad -a lo que el santo padre decida para con nuestros servicios pastorales- es un acto justamente en esa línea.

-¿Pero usted como Moisés Atisha, cómo se siente por esta situación qué esta viviendo la Iglesia Católica?

- Es de dolor, de pena, justamente porque a mí me inunda un deseo vocacional que es totalmente ajeno a estas situaciones de perversión del ministerio sacerdotal que uno recibió. Me ha tocado trabajar en colegios, en parroquias, ligado prácticamente desde el inicio de mi formación en el seminario con la pastoral juvenil y he podido ver cómo la cercanía y la capacidad de escucha es sanadora y curadora.

-Por todo este viaje a Roma, presentar su renuncia, ¿cree usted que la figura de Karadima está causando mucho daño a la iglesia?

-Sí, causó daño, no se puede interpretar de otra manera, yo diría que hoy día es como el icono de estos problemas la palabra Karadima; pero existen situaciones de muchas personas que actuaron de manera similar; el cura José (Tato) Aguirre y ahora el sacerdote de Rancagua como tantos otros curas que sin tener un nombre tan público o conocido, también le han causado daño a la iglesia.

-¿Cómo enfrenta esta vinculación que le están realizando con el sacerdote Diego Ossa que es cercano a Karadima?

-La considero injusta. Siendo párroco en Pudahuel, el Arzobispo de Santiago, a través de su vicario general, me preguntó si tengo algún inconveniente de recibir en calidad de huésped al padre Diego Ossa; usted comprenderá por qué negar la acogida. Esto implicaba que iba a realizar acciones pastorales que yo le encargaba dentro de un marco que se me dio.