El último gran desafío de Sebastián Lelio
Esta semana se estrenó en cines "Desobediencia", la primera película en inglés del director de "Una mujer fantástica". Un drama sobre el deseo y la fe protagonizado por Rachel Weisz y Rachel McAdams,
Sobre el cine de autor pende el fantasma de la auto-traición perpetrada por la industria. No es un prejuicio vacío. Muchos cineastas han perdido identidad al ingresar en los grandes sistemas de producción. Se podría decir que Hollywood está lleno de buenos realizadores extranjeros que han sido absorbidos por la maquinaria. Afortunadamente, frente a esto, Sebastián Lelio ha sido más que precavido.
La invitación para encargarse de la dirección de "Desobediencia" le llegó tras el éxito internacional de "Gloria". No fue el único proyecto que recibió. El chileno estuvo mucho tiempo leyendo guiones que no lo convencían, hasta que se encontró con esta adaptación de la novela homónima de Naomi Alderman que narra el romance entre dos jóvenes judías (Rachel Weisz y Rachel McAdams) en medio de una estricta comunidad ortodoxa. La propuesta era ideal: Lelio se encargaría de la dirección pero también de la co-escritura del guión junto a la dramaturga británica Rebecca Lenkiewicz. Detrás de la producción estaba Weisz, quien contaba con los derechos del libro.
"No soy británico, no soy judío y el inglés no es mi lengua madre", dijo el director esta semana en el estreno del filme. "Pero había algo ahí con lo que me podía identificar".
La conexión es clara. Desde su ópera prima, Lelio ha reflexionado sobre la religión y las formas de abrazar la fe. En "La sagrada familia" denunció la doble moral del católico chileno medio. En "Navidad" concentró la catarsis de un grupo de adolescentes en la noche navideña. En "El año del tigre" abordó el "silencio de Dios" en el devastado escenario del sur tras el terremoto de 2010. Y podríamos decir que en el luto que vive Daniela Vega en "Una mujer fantástica" hay mucho de devoción y fe.
En segundo lugar, "Desobediencia" le ofrecía a Lelio la oportunidad de seguir profundizando en el universo femenino con sutileza, lejos de cualquier estereotipo y con dos actrices en estado de gracia.
Ronit (Rachel Weisz) es rebelde y desafiante. Vive hace algunos años en Nueva York sin contacto con su familia. Hasta que su padre, un importante rabino, muere y ella debe viajar a Londres para despedir sus restos. El recibimiento será hostil, con la excepción de Dovid (Alessandro Nivola) y Esti (Rachel McAdams), dos viejos amigos que ahora están casados. Ahí, en medio de juicios severos y prohibiciones, surgirá un romance secreto entre ambas mujeres.
Lo que pudo haber sido una película efectista es en manos del chileno una cátedra de sutilezas. Nada aquí parece forzado porque el motor del relato son siempre los personajes y sus motivaciones. Lelio los sigue con calma, sin ánimo de esquivar silencios e intimidades. "Desobediencia" es un ejercicio de contención. Un muestra de sobriedad. Un templo.
Sebastián Lelio, director.
en resumen
Acaba de estrenarse en cines chilenos "Desobediencia", la película basada en la novela de Naomi Alderman que dirigió Sebastián Lelio.
Por Andrés Nazarala R
ANDES FILMS