La astucia de un vecino permitió que Carabineros lograra detener a tres individuos, dos de ellos menores, responsables del robo de una moto.
El vecino llamó de inmediato al 133 y decidió tomar fotografías a los ladrones, logrando toda una secuencia de imágenes; desde el momento que saltaron el cierre perimetral, sacaron la moto hasta cuando la trasladaron.
Carabineros de la Primera Comisaría encontró justo a estos tres jóvenes arrastrando una moto a pulso y con gran dificultad. Al consultar el origen de esta, no entregaron una respuesta y justo en ese momento se acercó el vecino y les mostró las fotografías a los uniformados donde pudieron observar toda la secuencia del robo y quiénes eran los autores, por lo que procedieron a la detención de los tres hombres.
Luego Carabineros se contactó con la propietaria del móvil y se lo entregaron. Ella no se había dado cuenta del robo y gracias a la ayuda de su vecino logró recuperar el vehículo en tiempo récord.
Formalización
Ayer, dos de los detenidos fueron formalizados por la fiscal Claudia Toledo por el delito de robo en lugar habitado. La persecutora expuso que el hecho se registró al interior de un condominio, ubicado en calle Monumento Nacional con Cotacotani, donde un vecino sacó fotos de los imputados sacando una motocicleta.
La fiscal solicitó como cautelar la prisión preventiva para el adulto, quien registra una condena por tráfico en pequeñas cantidades y para uno de los menores solo la prohibición de acercarse a la víctima.
Pero la defensora penal pública Stephanie Urquhart se opuso a dicha medida; argumentando que no se puede considerar como prueba las fotografías, ya que las que aparecen en la carpeta de investigación están en blanco negro y muy borrosas por lo que no se puede apreciar si efectivamente las personas que aparecen en las imágenes son sus representados; sin embargo, la fiscal explicó al Tribunal que las fotografías fueron tomadas con un celular y por ende están a color, pero como Carabineros no cuenta con impresora a color, en el parte aparecen en blanco y negro.
El adulto N.C.M. quedó en prisión preventiva y el menor en libertad con prohibición de acercarse a la víctima.