C uriosamente, un 12 de mayo de 1979, el ex Deportes Arica jugaba su primer clásico en el fútbol profesional ante Deportes Iquique en el estadio Carlos Dittborn ante 19 mil espectadores.

Y ayer en un partido imperdible por la importancia y lo infartante, llegaron 740 personas controladas.

El caso es que el duelo del ahora San Marcos de Arica ante Ñublense, un equipo con varias estrellas, fue digno de un mejor marco.

Y tal como ocurrió ante Santiago Morning, el santo dio vuelta un marcador de 0 a 2 abajo, ganando el encuentro por 3 a 2 en los 92 minutos cuando se jugaban los descuentos.

Para los escasos hinchas, sorprendió que el técnico parara desde el principio una formación titular que nadie esperaba.

Quizás ese importante detalle con jugadores desacomodados en sus puestos, dio la pauta para que el cuadro de Emiliano Astorga, ex DT de la Celeste, comenzara golpeando con un gol de camarín a los 20 segundos de iniciado el pleito.

Un centro desde la izquierda del ataque chillanejo de Michael Silva (que hasta el año pasado era el goleador de los Bravos), lo aprovechó José Luis Jiménez en el segundo palo, para colocar en ventaja a los diablos rojos.

Cuando se intentaba reaccionar, a los 6 minutos, nuevamente Silva entra en acción tras una fallida salida de la defensa ariqueña y rematando fuerte vence la resistencia del golero Nicolás Peranic.

Con el 2 a 0 en contra, se pensó en lo peor e incluso el mismo Silva perdonó y se perdió el tercer gol cuando enfrentó en solitario al meta ariqueño.

De allí en adelante, con más garra que fútbol, el conjunto local fue emparejando las acciones.

Fue así que John Agüero, "corazón de guerrero", se echó el equipo al hombro y estuvo a punto de anotar un golazo con un "sombrerito" sobre el arquero rival, que apenas se fue desviado sobre el horizontal.

Pero, el delantero tendría su revancha en el segundo tiempo, cuando anotó el primer descuento de San Marcos aprovechando un rebote en la defensa.

Fue en este periodo, donde Luis Musrri, el entrenador de los Bravos, optó por el ingreso del volante Alfredo Rojas, el cual dio más toque y buena salida al mediocampo.

De allí en adelante con más fútbol, intensidad y garra, el cuadro ariqueño pasó por delante al rival y se fue creando ocasiones y desesperando a Ñublense.

De esa forma cayó el empate a los 75 minutos con cabezazo del defensa charrúa Roberto Matías González.

Luego, el enojo de los visitantes se reflejó en que John Agüero fuera víctima de un falta del defensor Diego Opazo, expulsado por el árbitro Felipe Jara.

Entra nino

Y otro cambio de Musrri cambiaría aún más la historia al hacer entrar al delantero Nino Rojas.

El "portaaviones" al pisar la cancha fue pifiado por un grupo de hinchas que están disconformes con su campaña.

Pero, el goleador en el segundo minuto de descuento de los 4 adicionados por el árbitro, aprovechó un gran centro del argentino Alexis Vega, para conectar de cabeza el tercer tanto de Arica.

Como era de esperarse, el delantero celebró con el dedo en la boca haciendo callar a sus detractores.

No hubo tiempo para más y los hinchas se fueron celebrando y directo al cardiólogo por las emociones.

Tras el partido, John Agüero, la figura, manifestó que "esto es un paso, nos falta mucho todavía y nos queda la mitad del campeonato, pero el objetivo de nosotros es entrar a la liguilla". El delantero reconoció que "fue lamentable empezar así un partido, pero nunca bajamos los brazos".

Mientras que el entrenador Luis Musrri dijo que "entramos dormidos, nos hacen dos goles, pero está el mérito de los muchachos de no bajar nunca los brazos y haber jugado un gran partido".