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Sus ganas de enseñar son más fuertes que su discapacidad

Joven ariqueña egresó de la UTA como licenciada en Lenguaje y Comunicación y su sueño es compartir lo que sabe con los demás.
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Olga Maqui Villanueva es el nombre de la valiente ariqueña que a pesar de su condición de discapacidad, decidió luchar contra el panorama que parecía prepararle la vida y conquistar parte de sus sueños.

A sus 29 años, Olga asegura haber vivido más que cualquier otra persona a su edad y que no solo su espíritu luchador y ganas de surgir han sido su guía, si no también su fe en Dios.

"Yo nací en condiciones normales y la verdad es que nadie imaginaba que terminaría en silla de ruedas, porque siempre fui buena estudiante, deportista y positiva en todo lo que hacía. Cuando tenía casi los 10 años, en mi colegio se dieron cuenta de que me costaba correr y tropezaba mucho, así que le informaron a mi mamá que debía llevarme a un especialista, porque ya no estaba haciendo mis rutinas como los demás niños".

Tras muchos estudios médicos, la joven dice que no lograron determinar a ciencia cierta lo que tenía, pero sí aseguraron que padecía de una enfermedad que estaba degenerando su cuerpo.

"Mi hermano también la tiene, pero más avanzada y yo soy la que lo ayudo, porque él no puede casi moverse. A mí, la verdad es que no me importó mucho lo que me había dicho el doctor, porque soy muy positiva y empecé a hacer mi vida normal, iba al gimnasio, salía con mis amigos, estudiaba y todo iba muy bien, hasta que cumplí los 20 años".

No es impedimento

Pasada la adolescencia, dice Olga que las consecuencias de su enfermedad empezaron a ser más visibles y que sus manos y piernas fueron las partes de su cuerpo que sufrieron el primer impacto.

"Es fuerte lo que he vivido, pero lo importante de todo es que seguí estudiando. Iba como podía a la universidad y no dejé que mi discapacidad fuera un impedimento".

La ahora licenciada en Lenguaje y Comunicación egresó de la Universidad de Tarapacá en el 2013, donde no solo demostró que el que quiere puede, si no, además, ha sido motivo de inspiración para muchos.

"Yo doy clases particulares de castellano, inglés, matemáticas y hasta historia, porque me gusta aprender y enseñar lo que sé. Admito que no es fácil enfrentarse a una discapacidad, pero yo creo en Dios y cantando, hablando con el y sintiéndolo es que he logrado entender que valgo y que todo lo que quiera puedo lograrlo".

Las metas para ella van mas allá de lo que a simple vista se ve, ya que espera poder consolidar su hogar. "Ya estoy en trámites con el Serviu para tener mi casa y allí mismo daré clases particulares".

"De pie o sentada no dejo de ser yo misma", es el lema que asegura Olga refleja lo que piensa, cosa que además la ha impulsado a escribir un libro que denominó "Sharon, una mujer de mil historias", en el que pretende narrar parte de su vida y a la vez inspirar a otros a seguir adelante.

"No sé en qué terminará la historia, porque no puedo ver el futuro, pero allí muestro los altos y bajos que he vivido y como me ha tocado luchar con la discapacidad que tengo", dijo la joven quien prefiere ser llamada "Olga Verónica".