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Antonella, la joven no vidente que encontró inclusión en liceo nocturno

Tras 7 años de haber sufrido bullying de compañeros y profesores, Antonella decidió cambiarse de liceo, pero varias veces fue rechazada por su condición. Sin embargo la joven no se rindió y golpeó muchas puertas, hasta llegar al Liceo Nocturno del Junior College, donde la acogieron sin dudar.
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Los primeros años de vida de Antonella Oliveros Basso, estuvieron marcados por muchas caídas y tropezones. Pero ella siempre pudo ponerse de pie, a pesar de la enfermedad silenciosa que la aquejaba: Retinitis pigmentosa.

Aquellos años los padres de la pequeña, no lograron dar con el diagnóstico y siempre pensaron que su hija era algo torpe para caminar. Sin embargo con los años, Antonella presentaba mayor dificultad para ver con claridad su entorno. Y la gota que rebasó el vaso fue cuando sus notas comenzaron a bajar.

"Yo le decía a mi mamá que no podía ver la pizarra y por lo tanto no podía copiar la materia para estudiar. Por eso siempre sufrí bullying de parte de mis compañeros. Incluso de mis profesores de Educación Física, Matemáticas e Historia", contó Antonella, que hoy tiene 19 años.

Tras esa experiencia, la joven no aguantó más y contó ese triste episodio a sus padres. Quienes fueron a conversar con los inspectores para solucionar el problema, pero eso solo empeoró la situación.

"Después una profesora me decía: Ahí viene la niñita de mamá. Por eso cuando estaba en primero medio decidí que ya no podía seguir en ese liceo", contó.

Sin inclusión

Tras esta decisión, la misión de la familia, era buscar un establecimiento que pudiera aceptarla y educarla hasta cuarto medio. "Aquí no hay inclusión, porque fuimos a varios liceos, pero ninguno quiso aceptar a mi hija", contó la madre de Antonella.

Aún así, la joven no se rindió y tras tocar varias puertas, Antonella llegó al Junior College, donde el profesor Claudio Fuentes, coordinador del Liceo Nocturno de Adultos de dicho establecimiento, recibió con los brazos abiertos a la joven.

"El 2017 comencé a estudiar en el liceo nocturno y desde el primer momento que llegué, los profesores fueron amables e inclusivos, ya que ellos se adecuaron a mí y no yo a ellos. Fue algo tan lindo, porque nunca había sentido ese trato", comentó y recordó como un preuniversitario de Arica, también la discriminó, a pesar de cancelar la matrícula y parte de la mensualidad.

"Nuestro liceo es gratuito y comenzó el año 2011 con una matrícula de 80 alumnos, pero hoy ya son 300. Y recuerdo que recibimos a Antonella muy decaída, por todo lo que pasó. Pero ella siempre tenía esa convicción de salir adelante y eso nos motivó a guiarla en su educación, a pesar de que no somos expertos en la materia. Tratamos de buscar material para que ella pueda estudiar al igual que todos", dijo Fuentes.

"no se rindan"

"Yo le agradezco mucho al liceo nocturno, porque ellos me aceptaron tal como soy. Las profesoras me hacen las pruebas orales y a través de videos y grabaciones puedo estudiar en clase. Y obviamente más adelante quiero seguir estudiando Derecho, quiero ser una mujer independiente, una profesional que pueda valerse por sí misma. Por eso quiero decirle a las personas como yo, que no se rindan que siempre hay una alternativa mejor".