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Los recuerdos que dejaron los cines de Arica

Hoy es cine Hoyts y pronto Cinemark, pero antaño existían salas como el Rex, el Tacora y el Teatro Nacional, encargadas de entretener a una creciente población.
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Jorge Morin D.

El cine es una industria que nunca deja de sorprender. El cine Hoyts ha sido por años el principal recinto de Arica que ha traido los mejores estrenos del séptimo arte hasta nuestra ciudad, misión que desde este año será compartida con Cinemark, empresa que llegará a Mall Plaza.

Un pasatiempo que es de cada semana para muchos ariqueños quienes esperan cada jueves la rotación de la cartelera, para ir junto a la familia o los amigos a las salas a disfrutar de una buena función con un balde de cabritas y una bebida. Eso sí, la tradición lleva más de siete décadas instalada en la puerta norte de Chile, con salas que antaño no sólo se dedicaban a proyectar películas, sino que también dejaban espacio para presentaciones en vivo de artistas de renombre.

"En Arica estaba el Cine Nacional, aunque nosotros le llamábamos teatro. También estaba el Rex, este era bueno porque abría las galerías, aunque más popular comparado con el Nacional", comenta doña Juana Pardo, profesora de enseñanza básica que relata los años mozos de la industria cinematográfica en Arica.

"El Nacional era una matiné sagrada en la que los 'cabros' iban a pinchar. Me acuerdo que prendían la luz y uno se paraba a mirar si es que había alguien mirando", comenta.

Un espectáculo que comenzó a aflorar en la década del 40' y que significaba "grito y plata". Las salas de cine eran una de las pocas entretenciones hasta pasado los años 60', luego que la Junta de Adelanto y el auge económico masificaran los locales nocturnos y las "boites".

"El Rex estaba más dedicado al cine y el Nacional a los espectáculos. Allí venían los grandes artistas y las mamás venían con toda la familia. Al Nacional vinieron Paul Anka, Salvatore Adamo, Nicola Di Bari y muchos otros. Al Rex venían artistas nacionales como la Cecilia, el Buddy Richards, entre otros", recuerda Francisco Conejeros, quien llegó a la ciudad en el 62' y que hoy labora en la biblioteca municipal.

Una vida en el rex

"Quedamos muy tristes tras el cierre del Rex. Mi abuelo lo construyó con sus manos y acompañado de maestros. Cuando eso se destruyó, porque hubo que hacerlo para hacer una tienda, es una pena negra como dijo mi mamá", recuerda Marcelo Vera Klinger, nieto del dueño del cine Rex, don Eliu Klinger De Rossi.

Es uno de los cines más recordados de la ciudad, ubicado en el paseo 21 de Mayo y nacido de uno de los tantos viajes de Eliu. Tras un paso por Buenos Aires, el empresario descubrió la maravilla de esta industria gracias al cine Gran Rex y como homenaje le puso el mismo nombre a su emprendimiento en Arica.

"Hasta el día de hoy mantenemos las maquinarias, los posters y siempre esa nostalgia bonita de haber tenido este cine tan bonito".

- ¿Era barato venir al cine?

- Era muy barato. La entrada siempre se maneja según Estados Unidos, donde dicen que no debe bajar de 5 dólares como mínimo. Nosotros cobrábamos 500 o mil pesos, y seguía siendo rentable, por lo menos para mantenernos.

- ¿Estrenos recordados?

- Se vio "Lo que el viento se llevó", una película espectacular del año 38', de las primeras películas a color. También el "Mago de Oz" y aunque el cine inauguró el 45', eran películas excelentes que pese al tiempo muchos ariqueños no las conocían. Posteriormente llegó "Dirty Dancing" con Patrick Swayze, la que llenó de una manera espectacular. Daba la vuelta a la manzana con gente. Y, por su puesto, las Rambo y los Rocky, por lo menos eso en mi época.